La nueva versión de la API gráfica de Microsoft incluye varias mejoras y nuevas características que solo podrán disfrutar los usuarios de Windows 8.1 y la nueva consola de la compañía.
La Xbox One contará con una de las principales novedades de Windows 8.1, el soporte para DirectX 11.2. La última versión de las librerías gráficas de Microsoft será compatible únicamente a nivel de hardware con la última versión de Windows 8.1, dejando de lado al propio Windows "8.0" si no se actualiza a la versión actual y a los sistemas operativos anteriores como Windows 7.
Entre las novedades que incluirá esta nueva versión de DirectX destacan sobre todo los Tiled Resources, un nuevo sistema para las texturas que permite dividirlas en distintas secciones o módulos para permitir el uso de texturas mucho más grandes, teniendo así que utilizar un menor número de ellas y permitiendo que, por ejemplo en juegos, no sea necesario cargaren memoria toda la textura de gran tamaño si solo se ve en la escena una porción de esta, optimizando el desempeño de la aplicación o juego en general.
También destacan el filtrado Anti-Aliasing de muestreo múltiple (MSSA), que ahora puede alcanzar los 16x, o el High Level Shader Languaje (HLSL) para generar sombreados más complejos y de mayor calidad, algo que combinado con FLC (Function Linking Graph) podrá ser realizado de manera automática sin tener que implementarlo manualmente el desarrollador.
En principio parece que DirectX 11.2 será compatible con todas las gráficas que soporten DirectX 11.1, a parte de con la propia consola Xbox One. Lo que está claro es que si queremos disfrutar de las nuevas características de DirectX 11.2 tendremos que instalar Windows 8.1 si o si.
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