Rusia y Argentina podrían emprender una nueva revolución de petróleo de esquisto
Recientes estudios revelan que Rusia y Argentina tienen incluso mayores reservas de petróleo de esquisto que EE.UU., donde se produjo la llamada 'revolución del esquisto'. Si su exploración avanza, ¿cuál sería el efecto en el mercado petrolero?
La compañía de análisis IHS indica que de los yacimientos de Vaca Muerta en Argentina, de Bazhénovskaya en Rusia y de varios más en el norte de África se podría extraer más crudo que de los Bakken o Eagle Ford en Estados Unidos, los que dieron inicio al 'boom' de esquisto en el país norteamericano.
Una veintena de yacimientos prometedores fuera de América del Norte podrían contener un total de 175.000 millones de barriles de petróleo de esquisto, mientras que EE.UU. cuenta con 40.000 millones de barriles de crudo de este tipo.
Por su parte, la Administración de Información Energética de EE.UU. estudió el potencial de 42 países que podrían tener hasta 345.000 millones de barriles de petróleo de esquisto, colocando a Rusia en primer lugar con unos 75.000 millones.
El petróleo de esquisto se obtiene de la materia orgánica contenida dentro de las rocas mediante hidrogenación, pirolisis o disolución térmica. El principal obstáculo para su extracción es el costo de la excavación de los pozos, que varía en función de su profundidad. Mientras en EE.UU. un pozo costaría alrededor de 5,6 millones de dólares, el mismo trabajo en otros países requiere en promedio unos 8 millones de dólares.
No obstante, los especialistas de IHS consideran que países como Rusia, Argentina o Argelia podrían encontrar recursos necesarios para aplicar esa tecnología de extracción petrolera en su territorio.
"Si rompen el patrón, no tendrán competencia en el mundo", considera Richard Anderson, director financiero de Eurasia Drilling, que colabora con Rusia en la perforación de pozos. Admite que los yacimientos de Bazhénovskaya, en Siberia occidental, podrían convertirse en un Bakken o un Eagle Ford ruso.
La compañía Gazprom Neft ya planea explotar un yacimiento en colaboración con Shell, mientras que otra petrolera rusa, Rosneft, lo hará con ExxonMobil, indica la analista económica Yulia Voitovich, citada por el periódico 'Izvestia'.
Argentina también está desarrollando proyectos de explotación de sus yacimientos con la participación de inversionistas extranjeros. La petrolera YPF ya colabora con Chevron en un proyecto que prevé la excavación de más de 100 pozos.
"¿Podría eso [la exploración de los yacimientos de petróleo de esquisto fuera de EE.UU.] influir en el mercado? Efectivamente. Cuando al mercado llegan cinco millones de barriles adicionales, eso siempre se nota", concluye el especialista de IHS Steve Trammel.
Recientes estudios revelan que Rusia y Argentina tienen incluso mayores reservas de petróleo de esquisto que EE.UU., donde se produjo la llamada 'revolución del esquisto'. Si su exploración avanza, ¿cuál sería el efecto en el mercado petrolero?
La compañía de análisis IHS indica que de los yacimientos de Vaca Muerta en Argentina, de Bazhénovskaya en Rusia y de varios más en el norte de África se podría extraer más crudo que de los Bakken o Eagle Ford en Estados Unidos, los que dieron inicio al 'boom' de esquisto en el país norteamericano.
Una veintena de yacimientos prometedores fuera de América del Norte podrían contener un total de 175.000 millones de barriles de petróleo de esquisto, mientras que EE.UU. cuenta con 40.000 millones de barriles de crudo de este tipo.
Por su parte, la Administración de Información Energética de EE.UU. estudió el potencial de 42 países que podrían tener hasta 345.000 millones de barriles de petróleo de esquisto, colocando a Rusia en primer lugar con unos 75.000 millones.
El petróleo de esquisto se obtiene de la materia orgánica contenida dentro de las rocas mediante hidrogenación, pirolisis o disolución térmica. El principal obstáculo para su extracción es el costo de la excavación de los pozos, que varía en función de su profundidad. Mientras en EE.UU. un pozo costaría alrededor de 5,6 millones de dólares, el mismo trabajo en otros países requiere en promedio unos 8 millones de dólares.
No obstante, los especialistas de IHS consideran que países como Rusia, Argentina o Argelia podrían encontrar recursos necesarios para aplicar esa tecnología de extracción petrolera en su territorio.
"Si rompen el patrón, no tendrán competencia en el mundo", considera Richard Anderson, director financiero de Eurasia Drilling, que colabora con Rusia en la perforación de pozos. Admite que los yacimientos de Bazhénovskaya, en Siberia occidental, podrían convertirse en un Bakken o un Eagle Ford ruso.
La compañía Gazprom Neft ya planea explotar un yacimiento en colaboración con Shell, mientras que otra petrolera rusa, Rosneft, lo hará con ExxonMobil, indica la analista económica Yulia Voitovich, citada por el periódico 'Izvestia'.
Argentina también está desarrollando proyectos de explotación de sus yacimientos con la participación de inversionistas extranjeros. La petrolera YPF ya colabora con Chevron en un proyecto que prevé la excavación de más de 100 pozos.
"¿Podría eso [la exploración de los yacimientos de petróleo de esquisto fuera de EE.UU.] influir en el mercado? Efectivamente. Cuando al mercado llegan cinco millones de barriles adicionales, eso siempre se nota", concluye el especialista de IHS Steve Trammel.
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