Rubiel Quintana, de la lesión en Belgrano a un presente de miseria y dolor
El colombiano jugó en el Pirata en 2001/02 y fue fracturado por "Chiche" Arano. A partir de allí, su vida fue decayendo y hoy no tiene dinero ni para vivir. La historia sin final feliz.
La vida de los futbolistas no suele terminar siempre bien. Es el caso de Rubiel Quintana, quien pasó por Belgrano y hoy vive en la miseria total en su Colombia natal y con dolores que casi no lo dejan caminar.
Rubiel pasó por Córdoba en 2001 y hasta 2002 (llegó a hacerle un gol a Boca, en la Bombonera). Aquí comenzó su calvario, cuando fue lesionado por "Chique" Arano: le rompió el peroné. Hoy, vive una situación económica difícil y debe operarse las rodillas.
Quintana hoy vive en el pueblo de El Carmelo, corregimiento de Candelaria (Valle del Cauca). Debe esforzarse hasta para caminar lentamente, según cuenta el diario El Tiempo. Todo por aquella lesión. "Una cicatriz a la altura del tobillo izquierdo es cruda seña del fin de su carrera", agrega el diario.
"Tengo problemas en las dos rodillas. No sé qué tengo en la izquierda, pero creo que es de menisco, porque me roza algo por dentro. Y en la derecha, me operaron el menisco que se me rompió en 1998 con el Cortuluá, pero también me está molestando. Tengo una artrosis. Así estoy desde hace seis años. Los compañeros me dicen el 'cojo' y que parezco el 'cuentahuesos'. Tienen que hacerme una limpieza. Necesito hacerme valorar", aseguró Rubiel, hoy mucho más gordo que en sus tiempos de gloria.
Pero el tratamiento que necesita Quintana es carísimo que no puede pagar."Si pudiera volver a empezar, aprovecharía al máximo la oportunidad. Me hubiera gustado haber formado una escuela de fútbol aquí en el pueblo", dice mientras señala un amplio terreno. Al
"Jugaba descalzo, de delantero. Y cuando me fui a probar a Boca, de Cali, un amigo me prestó los guayos. Luego de que superé las pruebas, don Gustavo Moreno Arango (presidente de ese equipo) me regaló unos nuevos", comenta.
El comienzo del fin
En 2001, llegó a Córdoba. Y el 15 de septiembre del 2001, Arano, de Racing, le fracturó, en un juego, un tobillo de la pierna izquierda. Esa tarde hubo polémica porque al argentino solo le sacaron amarilla. Ese día se empezó a ver afectada la carrera futbolística.
Luego, después de pasar por varios clubes, llegó al Rizespor, de Turquía en el 2003. "Recuerdo que en Turquía me ganaba 15.000 dólares, y en el Cali solo 12 millones de pesos, que no eran justos, pues estaba en buen nivel", relata.
"En vacaciones fui donde un amigo. Él estaba tomando cerveza con unos tipos, que me pidieron que los llevara al centro de Tuluá a cobrar una plata. Cuando los estábamos esperando, nos cayó el Gaula. Uno de ellos confesó que yo no tenía nada que ver, y salí limpio", dice.
El exfutbolista cuenta que tuvo todo lo que quiso, pero ahora vive todo lo contrario. "Nunca tuve quien me asesorara, y malgasté mucha plata. Estaba joven y soltero. Esta carrera es corta, y muchas veces cuando uno reacciona ya es demasiado tarde. Este es un consejo para los jóvenes", advierte.
Hoy, vive de lo que le dan sus amigos. Tiene dos hijos de 6 y 12 años, pero a los 35 años está desempleado. Quiere poner un club para niños y para eso quiere estudiar en la Escuela Nacional del Deporte y operarse las rodillas, pues así podrá trabajar sin dolores físicos y en algo que sabe hacer bien.
En Belgrano
Rubiel jugó 11 partidos en Belgrano (y marcó 1 gol, el 19 de agosto de 2001 a Boca). Disputó dos torneos: Apertura 2001/02 y Clausura 2002.
Lo lesionaron en la 6ª fecha, ante Racing (en el Cilindro). Volvió a jugar en la 3ª fecha del Clasura 2002 (se perdió 15 fechas, más el receso), donde disputó seis partidos.
Para leer la nota completa
http://www.eltiempo.com/colombia/cali/historia-de-rubiel-quintana_13220311-4
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