Por distintos motivos se alejarían del club Sánchez Miño, Erbes, Burdisso, Blandi y Ribair Rodríguez, entre otros.
Esas caras dicen todo. El grupo de jugadores de Boca que sale al campo de juego del Complejo Pedro Pompilio muestra todo lo que un grupo de jugadores que saben que algo ha concluido puede mostrar. Al equipo de Carlos Bianchi se le terminaron el campeonato y el año. Aquí, en el final de una etapa, llega el momento en el que hay que programar nuevamente el GPS interno de un plantel. Recalculando.
El futuro de Boca, más allá de los dos encuentros que quedan en el torneo, tiene por delante el reacomodamiento obvio que tienen los ciclos que no son exitosos. La actualidad del plantel se divide entre las herramientas importantes, las ventas que pueden aportar caudal económico, los que tienen un pie afuera del club y las incógnitas sobre los refuerzos. El técnico, con dos años de contrato por delante, se muestra firme, entre el afecto del hincha, las miradas de costado de algunos dirigentes y las operaciones mediáticas de ocasión.
De cara al futuro, hay varios que tienen el cartelito de venta colgado. Juan Sánchez Miño es el jugador que la dirigencia del club utilizará para "hacer caja". El Metalist de Ucrania tiene un interés importante y podría cerrar la operación en los próximos días. El otro que puede aportar algunos dólares es Cristian Erbes. Claro, allí jugará el interés del jugador, que ya tuvo chances concretas para emigrar en los últimos dos mercados. ¿Y si llega una oferta millonaria por Leandro Paredes?
Por otro lado, hay otro grupo de jugadores que tiene grandes chances de dejar el club. Guillermo Burdisso es el primero de la lista. El central perdió protagonismo y ayer tuvo un entredicho con Marcelo Herrera, el ayudante de Carlos Bianchi. No seguirá. Nicolás Blandi podría seguir su camino, ya que por el punta hay un interés desde México. Y Ribair Rodríguez, que finaliza el préstamo con la institución a final de año, solamente continuaría si se gestiona una extensión barata, ya que el club no le comprará el pase. Mientras tanto, América de México lo sigue.
Por otra parte, ya hay dirigentes que mueven el mercado a la búsqueda de nombres para enero. Boca va detrás de un lateral derecho y de un defensor central por izquierda. Por la Bombonera ya ofrecieron a Gino Peruzzi, como alternativa para el puesto del cuatro, pero es una operación difícil, ya que el Catania no lo dejaría salir tan fácilmente. Mientras tanto, alguien soltó los nombres de José Luis Gómez, de Racing, y el de Hernán Grana, de All Boys. En cuanto al central no hay muchas certezas ya que varios dirigentes pensaban en un volante por afuera. El deseo de Bianchi inclinaría la búsqueda hacia Diego Lugano o Nicolás Burdisso, dos que parecen imposibles. El viento de fin de ciclo puede traer nuevos hombres a Casa Amarilla.
Esas caras dicen todo. El grupo de jugadores de Boca que sale al campo de juego del Complejo Pedro Pompilio muestra todo lo que un grupo de jugadores que saben que algo ha concluido puede mostrar. Al equipo de Carlos Bianchi se le terminaron el campeonato y el año. Aquí, en el final de una etapa, llega el momento en el que hay que programar nuevamente el GPS interno de un plantel. Recalculando.
El futuro de Boca, más allá de los dos encuentros que quedan en el torneo, tiene por delante el reacomodamiento obvio que tienen los ciclos que no son exitosos. La actualidad del plantel se divide entre las herramientas importantes, las ventas que pueden aportar caudal económico, los que tienen un pie afuera del club y las incógnitas sobre los refuerzos. El técnico, con dos años de contrato por delante, se muestra firme, entre el afecto del hincha, las miradas de costado de algunos dirigentes y las operaciones mediáticas de ocasión.
De cara al futuro, hay varios que tienen el cartelito de venta colgado. Juan Sánchez Miño es el jugador que la dirigencia del club utilizará para "hacer caja". El Metalist de Ucrania tiene un interés importante y podría cerrar la operación en los próximos días. El otro que puede aportar algunos dólares es Cristian Erbes. Claro, allí jugará el interés del jugador, que ya tuvo chances concretas para emigrar en los últimos dos mercados. ¿Y si llega una oferta millonaria por Leandro Paredes?
Por otro lado, hay otro grupo de jugadores que tiene grandes chances de dejar el club. Guillermo Burdisso es el primero de la lista. El central perdió protagonismo y ayer tuvo un entredicho con Marcelo Herrera, el ayudante de Carlos Bianchi. No seguirá. Nicolás Blandi podría seguir su camino, ya que por el punta hay un interés desde México. Y Ribair Rodríguez, que finaliza el préstamo con la institución a final de año, solamente continuaría si se gestiona una extensión barata, ya que el club no le comprará el pase. Mientras tanto, América de México lo sigue.
Por otra parte, ya hay dirigentes que mueven el mercado a la búsqueda de nombres para enero. Boca va detrás de un lateral derecho y de un defensor central por izquierda. Por la Bombonera ya ofrecieron a Gino Peruzzi, como alternativa para el puesto del cuatro, pero es una operación difícil, ya que el Catania no lo dejaría salir tan fácilmente. Mientras tanto, alguien soltó los nombres de José Luis Gómez, de Racing, y el de Hernán Grana, de All Boys. En cuanto al central no hay muchas certezas ya que varios dirigentes pensaban en un volante por afuera. El deseo de Bianchi inclinaría la búsqueda hacia Diego Lugano o Nicolás Burdisso, dos que parecen imposibles. El viento de fin de ciclo puede traer nuevos hombres a Casa Amarilla.
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