miércoles, 27 de noviembre de 2013

EE.UU., invitado inevitable a la disputa entre China y Japón

EE.UU. invitado inevitable

En un gesto que para muchos recuerda los momentos turbulentos de la Guerra Fría, dos aviones bombarderos estadounidenses B-52 desafiaron este martes la "zona de identificación de defensa aérea" que estableció China el sábado sobre las islas que disputa con Japón en el mar de China Oriental.
Los gigantescos aviones, ellos mismos una reliquia de la Guerra Fría diseñados originalmente para atacar a la extinta Unión Soviética, ignoraron la exigencia china de identificarse al aproximarse al área, una imposición que ha sido calificada por la Casa Blanca como "innecesariamente inflamatoria".

Los aviones estaban en un ejercicio de rutina, señalaron los mandos estadounidenses, y después del incidente regresaron a sus bases en la isla de Guam.
Es el último capítulo en la larga disputa diplomática por el control de lo que se conoce como Senkaku en Japón y Diayou en China: ocho pequeñas islas, rocosas y deshabitadas en el mar de China Oriental.
Japón ha dicho que la disposición china en torno al espacio aéreo sobre las islas "no es válida en absoluto". En Washington, el Pentágono demuestra con sus B-52 que tampoco parece dispuesto a acatar la posición china.
Lo que tiene gran significancia, pues Estados Unidos es la potencia militar dominante de la región desde la Segunda Guerra Mundial. En Japón y Corea del Sur tiene más de 70.000 soldados y con la VII Flota domina los mares de la zona.
Es por esto que cabe preguntarse, hasta dónde están dispuestos a llevar el pulso estadounidenses y chinos.

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