lunes, 2 de diciembre de 2013

Constantemente estamos leyendo noticias de inflación, dolar, asesinatos, robos, cortes de rutas y un sin fin de noticias.
No soy de postear mucho, pero leí esta noticia y me llamo la atención. Y quería compartirla con ustedes. A mi por lo menos me hizo pensar un par de minutos hasta tomar dimensión de la acción



El Papa Francisco llamó a la mamá de una víctima de Cromañón

La mujer le había enviado una carta y una púa en representación de su hijo, Cristian Méndez.

El Papa Francisco llamó a la mamá de una víctima de Croma

"Por favor con Mirta. Habla Francisco". Era la voz del Papa que desde el Vaticano llamaba a la madre de una víctima de Cromañón para agradecerle una púa que le mandó de regalo. La llamada fue el jueves 14 de noviembre al mediodía. Del otro lado de la línea, Mirta Miralles, mamá del "Terco" Cristian Viegas Méndez. La mujer le había enviado una carta y una púa que representa a su hijo perdido. "No puedo creer que estoy hablando con usted", fue lo primero que dijo Mirta. Ese día, a las 13:17 sonó el celular de Mirta e indicaba una llamada con destinatario privado. Ella nunca pensó que la carta enviada al Papa derivaría en un llamado del Sumo Pontífice. "La llamada la recibí dos días antes del cumple del Terco. Estaba en casa, recién había llegado y pensé que era mi marido". Mirta empezó a caminar nerviosa dentro de su casa. "No sabía si decirle Papa o Francisco. Fue todo muy loco, no me podía mantener parada en ningún lugar. Y ahí le conté que había conocido la Alameda, a Gustavo Vera, que los dos eramos docentes, y que hace tiempo conocía a Lucas Schaerer, que era muy buena persona, que nos había ayudado cuando sucedió lo de Cromañon". La púa simboliza al "Terco": es la manera de recordarlo que sus seres queridos más cercanos eligieron. Esa púa representa su amor por la música y el rock. "También mi marido, después de Cromañon, se puso a crear guitarras, como una manera de tenerlo presente, porque Jorge siempre acompañó a Cristian a los recitales", contó Mirta. El apodo "El Terco" se lo puso el propio Cristian, por el título de una canción de su banda más querida, La Renga. Mirta repetía: "No lo puedo creer". Y Bergoglio respondía. "Sí, cómo no la voy a llamar". Mirta Contó que el trato con Francisco "era muy familiar, de par a par, muy simple". De ese diálogo recuerda una frase imborrable para ella y su familia. "Me gustó la púa, muy linda", le dijo el Papa. Mirta le contó que esa púa sólo la tiene él, su marido Jorge y ella; nadie más. Al final de la charla se cerró con dos frases que también quedaron en sus corazones: "Recen por mí. Y que Dios los bendiga". En junio, Mirta ya había enviado su primer carta al Vaticano, y el 29 de junio había recibido un llamado desde Roma. En esa oportunidad fue el secretario privado del Papa, Fabián Pedaccio, quien se comunicó con ella. "Con él lloré, pero con Francisco no. El padre Fabián me había dicho que el Papa había leído la carta, que la agradecía mucho y que iba a cuidar de mi 'Terco'. Después de lo que pasó con Cromañón -relató Mirta- tenía la necesidad de esas palabras, porque había quedado enojada con Dios. Pero la forma de manejarse del Papa y sus actitudes me hicieron encontrar una palabra de aliento que no tuve de la Presidencia o de la gente de Derechos Humanos".

.

0 comentarios:

Publicar un comentario