y un jugador practicamente desconocido...
Hace 60 años, un partido de fútbol estremeció los cimientos del Imperio Británico y dio aliento a un sueño de libertad antes impensable en Hungría.
La fecha, 25 de noviembre de 1953. La hora exacta, 16:45. El lugar, el legendario estadio de Wembley, en el norte de Londres, Reino Unido. 120.000 espectadores llenaron las gradas para ver a Inglaterra jugar contra Hungría. "Los Mágicos Magiares", como se conocía al equipo húngaro, llevaban tres años invictos mientras que Inglaterra jamás había perdido un partido internacional en Wembley.
Los dos capitanes, Billy Wright y Ferenc Puskas, se dieron la mano. El árbitro sopló el silbato. El encuentro, denominado el "partido del siglo" por los medios internacionales, había comenzado.
Stanley Mathews, Alf Ramsey y los otros jugadores ingleses rebozaban confianza y no sin justificación. Inglaterra estaba en la cumbre de su poder, literal como figurativamente.
El chiquitín gordo
Ferenc Psukas, el capitán del onceno húngaro, era de baja estatura y pasado de kilos, más parecido a un barril de vino dulce húngaro Tokaji que a un futbolista. No sabía cómo cabecear y nunca pateaba con la derecha. Aparte de esto era brillante.
Llegaría a marcar 83 goles en 84 encuentros internacionales, un récord que ni siquiera Diego Maradona o Pelé llegaron a imaginarse. Pero todo esto, naturalmente, era desconocido tanto para los jugadores ingleses como para la expectante fanaticada en Wembley ese día.
"Miren a ese chiquitín gordo", dijo supuestamente uno de los jugadores ingleses antes del inicio. 57 segundos después la bola se encontraba en el fondo de la red del arco inglés y, apenas a los 28 minutos, Hungría ganaba 4 a 1.
El segundo gol de Puskas, en el que pisó el balón para cambiar su rumbo, se convirtió en leyenda.
La técnica de pisar la bola para camibar su dirección que perfeccionó Puskas.
Según el informe deportivo del diario The Times, Puskas engañó al capitán de Inglaterra, Billy Wright, al arrastrar el balón hacia atrás con la suela del botín y, con un giro del cuerpo, cañoneó al techo del arco, dejando a Wright como un "carro de bomberos corriendo al incendio equivocado".
Hungría ganó por 6 a 3. Fácilmente hubiera podido anotar otros seis. El mediocampista inglés Syd Owen se quejó después de que era "como estar jugando contra extraterrestres".
La caída de un imperio
Aunque sería un exageración decir que la caída del Imperio Británico se debió a la pérdida de ese partido, la silenciosa y apesadumbrada multitud en Wembley acababa de experimentar un rudo despertar. Las cosas se pusieron peor unos meses después cuando Hungría apabulló a Inglaterra 7 a 1 en el recién construido Nepstadion -el Estadio del Pueblo- en Budapest, en lo que es la peor derrota que Inglaterra haya tenido jamás.
Inglaterra luego perdió 7 a 1 en Budapest.
El fútbol había sido una parte integral de la creación del Imperio Británico o, para citar al historiador Eric Hobsbawn en su popular libro "La edad de los extremos": "El deporte del que el mundo se adueñó fue el fútbol asociado, el hijo de la presencia económica global de Reino Unido, que introdujo equipos con los nombres de empresas británicas o de expatriados británicos desde los hielos polares hasta el Ecuador".
Fue la contribución más grande de la Bretaña imperial a la nueva cultura popular global, hecha realidad por las innovaciones tecnológicas como la radio y la TV. E Inglaterra era, por supuesto, la maestra indiscutida. Hasta 1950, Inglaterra ni siquiera participó en la Copa del Mundo, en parte porque los ingleses consideraban que estaba por debajo de ellos jugar con equipos no británicos.
Los imperios caen cuando sus ciudadanos dejan de creer en su superioridad e invencibilidad. Hobsbawm rastrea el inicio de la caída del Imperio Británico precisamente a esos años a comienzos de los 50 y ve el proceso terminando con el vano intento de derrocar al líder egipcio Nasser durante la crisis del Suez en 1956.
Héroe problemático
Mientras Inglaterra intentaba comprender lo que le había pasado en Wembley, el gobierno en Hungría trataba de sacarle todo el jugo a la victoria.
Sin embargo, su argumento de que el partido demostró el triunfo del sistema comunista fue una mera ilusión. El éxito del seleccionado húngaro estaba basado menos en el esfuerzo colectivo y más en las habilidades individuales y la calidad de jugadores como Puskas. Él era el rebelde atrevido, el mago individualista que, aunque vivía dentro de un sistema cerrado y rígido, hacía todo exactamente a su manera.
Después de que Hugría perdiera contra la entonces Checoslovaquia, por ejemplo, Puskas fue suspendido de por vida por la Asociación Nacional de Fútbol por "pereza en el campo de juego". Lo perdonaron unos meses después.
Ferenc Puskas 1927 - 2006
Anotó 83 goles en 84 partidos de la selección de Hungría
Apodado el "Cañón Bum Bum" y "el Comandante Galopante"
Jugó para el Honved de Budapest 13 años y luego para Real Madrid
Anotó un total de 357 goles en 354 partidos
La selección se disolvió tras la revolución húngara de 1956
Se asiló en Occidente y jugó cuatro veces en la selección de España
Stalin y sus protegidos, como Rákosi en Hungría, necesitaban a Puskas como prueba de la superioridad del sistema comunista. Para permitirle a Puskas desplegar su individualismo de forma desinhibida, estaban dispuestos a comprometer hasta la doctrina más importante: el colectivo antes que el individuo. Una paradoja ideológica se convirtió en hecho en el campo de fútbol.
Ferenc Puskás
Puskás
Nombre Ferenc Puskás Biro
Apodo El Comandante Galopante
Cañoncito Pum Pum
Nacimiento 2 de abril de 1927
Budapest, Hungría
Fallecimiento 17 de noviembre de 2006
Budapest, Hungría
Nacionalidad
Posición Delantero
Estatura 1,72 metros
Goles totales 680 en amistosos 1.814
Año del debut 1943 (Como jugador)
1966 (Como entrenador)
Club del debut Budapest Honvéd FC (Como jugador)
Deportivo Alavés (Como entrenador)
Año del retiro 1966 (Como jugador)
1992 (Como entrenador)
Club del retiro Real Madrid C.F. (Como jugador)
South Melbourne Hellas (Como entrenador)
Ferenc Puskás Biro (pronunciado en húngaro ˈfɛrɛnʦ ˈpuʃkaːʃ; en húngaro escrito con el apellido primero, Puskás Ferenc), (n. Budapest, 2 de abril de 1927- id. 17 de noviembre de 2006).1 2 fue un futbolista hispano-húngaro. Su verdadero apellido era Purczeld, lo cambió por Puskás ("Escopetero" en húngaro) tras la Segunda Guerra Mundial).
Figura legendaria del fútbol mundial, es considerado uno de los mejores futbolistas de la historia. Apodado "Cañoncito Pum Pum" debido a su infalible disparo de zurda y a sus goles, fue elegido por FIFA el Máximo goleador del siglo en el 2004 y ocupa el 6º lugar en el ranking del Mejor futbolista del siglo publicada por IFFHS en el 2004.
Perteneció a la increíble Selección Húngara conocida como Los Magiares Mágicos, que ganó la Medalla de Oro en las Olimpiadas de Helsinki 1952 y logró el subcampeonato en la Copa Mundial de Fútbol Suiza 1954 Posteriormente haría leyenda en el Real Madrid conquistando cinco campeonatos de liga, una Copa Generalísimo, tres Copas de Europa, una Copa Intercontinental y cuatro Trofeos Pichichi.
Participaciones en Copas del Mund0
Mundial Sede Resultado Partidos Goles
Copa Mundial de Fútbol de 1954 Suiza Subcampeón 5 4
Copa Mundial de Fútbol de 1962 Chile Primera fase 3 0
1954: Jugó el mundial con Hungría.
1962: Jugó el mundial con España.
Como jugador
Club País Año Partidos Goles Media
Kispest AC/Honvéd Hungría 1943-1956 358 374 1.05
Real Madrid España 1958-1966 262 242 0.92
Hace 60 años, un partido de fútbol estremeció los cimientos del Imperio Británico y dio aliento a un sueño de libertad antes impensable en Hungría.
La fecha, 25 de noviembre de 1953. La hora exacta, 16:45. El lugar, el legendario estadio de Wembley, en el norte de Londres, Reino Unido. 120.000 espectadores llenaron las gradas para ver a Inglaterra jugar contra Hungría. "Los Mágicos Magiares", como se conocía al equipo húngaro, llevaban tres años invictos mientras que Inglaterra jamás había perdido un partido internacional en Wembley.
Los dos capitanes, Billy Wright y Ferenc Puskas, se dieron la mano. El árbitro sopló el silbato. El encuentro, denominado el "partido del siglo" por los medios internacionales, había comenzado.
Stanley Mathews, Alf Ramsey y los otros jugadores ingleses rebozaban confianza y no sin justificación. Inglaterra estaba en la cumbre de su poder, literal como figurativamente.
El chiquitín gordo
Ferenc Psukas, el capitán del onceno húngaro, era de baja estatura y pasado de kilos, más parecido a un barril de vino dulce húngaro Tokaji que a un futbolista. No sabía cómo cabecear y nunca pateaba con la derecha. Aparte de esto era brillante.
Llegaría a marcar 83 goles en 84 encuentros internacionales, un récord que ni siquiera Diego Maradona o Pelé llegaron a imaginarse. Pero todo esto, naturalmente, era desconocido tanto para los jugadores ingleses como para la expectante fanaticada en Wembley ese día.
"Miren a ese chiquitín gordo", dijo supuestamente uno de los jugadores ingleses antes del inicio. 57 segundos después la bola se encontraba en el fondo de la red del arco inglés y, apenas a los 28 minutos, Hungría ganaba 4 a 1.
El segundo gol de Puskas, en el que pisó el balón para cambiar su rumbo, se convirtió en leyenda.
La técnica de pisar la bola para camibar su dirección que perfeccionó Puskas.
Según el informe deportivo del diario The Times, Puskas engañó al capitán de Inglaterra, Billy Wright, al arrastrar el balón hacia atrás con la suela del botín y, con un giro del cuerpo, cañoneó al techo del arco, dejando a Wright como un "carro de bomberos corriendo al incendio equivocado".
Hungría ganó por 6 a 3. Fácilmente hubiera podido anotar otros seis. El mediocampista inglés Syd Owen se quejó después de que era "como estar jugando contra extraterrestres".
La caída de un imperio
Aunque sería un exageración decir que la caída del Imperio Británico se debió a la pérdida de ese partido, la silenciosa y apesadumbrada multitud en Wembley acababa de experimentar un rudo despertar. Las cosas se pusieron peor unos meses después cuando Hungría apabulló a Inglaterra 7 a 1 en el recién construido Nepstadion -el Estadio del Pueblo- en Budapest, en lo que es la peor derrota que Inglaterra haya tenido jamás.
Inglaterra luego perdió 7 a 1 en Budapest.
El fútbol había sido una parte integral de la creación del Imperio Británico o, para citar al historiador Eric Hobsbawn en su popular libro "La edad de los extremos": "El deporte del que el mundo se adueñó fue el fútbol asociado, el hijo de la presencia económica global de Reino Unido, que introdujo equipos con los nombres de empresas británicas o de expatriados británicos desde los hielos polares hasta el Ecuador".
Fue la contribución más grande de la Bretaña imperial a la nueva cultura popular global, hecha realidad por las innovaciones tecnológicas como la radio y la TV. E Inglaterra era, por supuesto, la maestra indiscutida. Hasta 1950, Inglaterra ni siquiera participó en la Copa del Mundo, en parte porque los ingleses consideraban que estaba por debajo de ellos jugar con equipos no británicos.
Los imperios caen cuando sus ciudadanos dejan de creer en su superioridad e invencibilidad. Hobsbawm rastrea el inicio de la caída del Imperio Británico precisamente a esos años a comienzos de los 50 y ve el proceso terminando con el vano intento de derrocar al líder egipcio Nasser durante la crisis del Suez en 1956.
Héroe problemático
Mientras Inglaterra intentaba comprender lo que le había pasado en Wembley, el gobierno en Hungría trataba de sacarle todo el jugo a la victoria.
Sin embargo, su argumento de que el partido demostró el triunfo del sistema comunista fue una mera ilusión. El éxito del seleccionado húngaro estaba basado menos en el esfuerzo colectivo y más en las habilidades individuales y la calidad de jugadores como Puskas. Él era el rebelde atrevido, el mago individualista que, aunque vivía dentro de un sistema cerrado y rígido, hacía todo exactamente a su manera.
Después de que Hugría perdiera contra la entonces Checoslovaquia, por ejemplo, Puskas fue suspendido de por vida por la Asociación Nacional de Fútbol por "pereza en el campo de juego". Lo perdonaron unos meses después.
Ferenc Puskas 1927 - 2006
Anotó 83 goles en 84 partidos de la selección de Hungría
Apodado el "Cañón Bum Bum" y "el Comandante Galopante"
Jugó para el Honved de Budapest 13 años y luego para Real Madrid
Anotó un total de 357 goles en 354 partidos
La selección se disolvió tras la revolución húngara de 1956
Se asiló en Occidente y jugó cuatro veces en la selección de España
Stalin y sus protegidos, como Rákosi en Hungría, necesitaban a Puskas como prueba de la superioridad del sistema comunista. Para permitirle a Puskas desplegar su individualismo de forma desinhibida, estaban dispuestos a comprometer hasta la doctrina más importante: el colectivo antes que el individuo. Una paradoja ideológica se convirtió en hecho en el campo de fútbol.
Ferenc Puskás
Puskás
Nombre Ferenc Puskás Biro
Apodo El Comandante Galopante
Cañoncito Pum Pum
Nacimiento 2 de abril de 1927
Budapest, Hungría
Fallecimiento 17 de noviembre de 2006
Budapest, Hungría
Nacionalidad
Posición Delantero
Estatura 1,72 metros
Goles totales 680 en amistosos 1.814
Año del debut 1943 (Como jugador)
1966 (Como entrenador)
Club del debut Budapest Honvéd FC (Como jugador)
Deportivo Alavés (Como entrenador)
Año del retiro 1966 (Como jugador)
1992 (Como entrenador)
Club del retiro Real Madrid C.F. (Como jugador)
South Melbourne Hellas (Como entrenador)
Ferenc Puskás Biro (pronunciado en húngaro ˈfɛrɛnʦ ˈpuʃkaːʃ; en húngaro escrito con el apellido primero, Puskás Ferenc), (n. Budapest, 2 de abril de 1927- id. 17 de noviembre de 2006).1 2 fue un futbolista hispano-húngaro. Su verdadero apellido era Purczeld, lo cambió por Puskás ("Escopetero" en húngaro) tras la Segunda Guerra Mundial).
Figura legendaria del fútbol mundial, es considerado uno de los mejores futbolistas de la historia. Apodado "Cañoncito Pum Pum" debido a su infalible disparo de zurda y a sus goles, fue elegido por FIFA el Máximo goleador del siglo en el 2004 y ocupa el 6º lugar en el ranking del Mejor futbolista del siglo publicada por IFFHS en el 2004.
Perteneció a la increíble Selección Húngara conocida como Los Magiares Mágicos, que ganó la Medalla de Oro en las Olimpiadas de Helsinki 1952 y logró el subcampeonato en la Copa Mundial de Fútbol Suiza 1954 Posteriormente haría leyenda en el Real Madrid conquistando cinco campeonatos de liga, una Copa Generalísimo, tres Copas de Europa, una Copa Intercontinental y cuatro Trofeos Pichichi.
Participaciones en Copas del Mund0
Mundial Sede Resultado Partidos Goles
Copa Mundial de Fútbol de 1954 Suiza Subcampeón 5 4
Copa Mundial de Fútbol de 1962 Chile Primera fase 3 0
1954: Jugó el mundial con Hungría.
1962: Jugó el mundial con España.
Como jugador
Club País Año Partidos Goles Media
Kispest AC/Honvéd Hungría 1943-1956 358 374 1.05
Real Madrid España 1958-1966 262 242 0.92
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