sábado, 5 de abril de 2014

El gato, la mascota del futuro

No hizo falta que el káiser de la moda –como se conoce popularmente al influyente impulsor de tendencias y diseñador Karl Lagerfeld– presentara en sociedad a su mascota Choupette para que los gatos se convirtieran por sí solos en el último maullido. Mucho antes de que el mundo de la moda se rindiera a los felinos, lo hicieron las redes sociales. Basta con buscar la palabra cat por internet para que aparezcan en pantalla un sinfín de resultados. A saber, vídeos gatunos que acumulan cientos de millones de visitas en YouTube; o memes graciosos que toman a estos animales de compañía por protagonistas para arrancar una carcajada al más pintado. También se pueden ver selfies caseras (autofotos) en Instagram, o incluso, una de las últimas tendencias más virales de la red, el meow– que consiste en vestir a los animales con pantimedias para tomarles fotografías y colgarlas en Tumblr – ; se extienden como la pólvora.

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Internet ha convertido en estrellas a una larga lista de gatitos –Lil Bub, Maru, Keyboard Cat o Henry, entre otros–. Mininos que disponen de marca registrada y cuentas en Facebook o Twitter. Incluso Grumpy Cat, la gatita que conquistó al mundo por su carita de enfado, ha conseguido traspasar las fronteras de la red consolidándose como personaje mediático tras ser entrevistada el pasado año por la revista Forbes.


Pero más allá de la fama de estos felinos, de los blogs dedicados a ellos y del éxito de las redes sociales especializadas en gatos como United Cats o Catmoji –que funcionan de un modo muy similar a Pinterest–, la obsesión gatuna se ha extendido a otros lugares, como por ejemplo, las librerías. Uno de los superventas del pasado año, el delirante y cómico libro Cómo saber si tu gato planea matarte (Atisberri) del estadounidense Matthew Inman, bajo la marca creativa The Oatmeal, desvelaba en una guía ilustrada el lado oscuro de estos inofensivos animales. "Si tu gato te masajea con sus patas no es una muestra de afecto, lo que hace realmente es comprobar posibles debilidades de tus órganos internos", bromea Inman en su obra.

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Tal es la fiebre por los felinos que incluso Hasbro, empresa propietaria del clásico juego de mesa Monopoly, ha resuelto sustituir –tras someter la decisión a votación popular– la tradicional figura de la plancha por un gato. Por no hablar de los emoticonos del chat de Facebook, en los que triunfa un divertido minino llamado Pusheen, the cat, o de aplicaciones como Cat Academy, que tiene por objetivo la enseñanza de idiomas a través de divertidas y entrañables fotografías de gatitos. Pero, ¿a qué se debe tanto éxito gatuno?

Felinos, las mascotas del futuro "El gato es el gran desconocido", explica Santiago García Caraballo, veterinario y autor del libro Gatos felices, dueños felices (Ateles). "Este animal, a simple vista, puede parecer mucho más arisco que el perro; lo que repercute en que haya sido mucho menos aceptado socialmente a lo largo de la historia –añade el veterinario–. Pero cuando se le conoce y se comprende su carácter independiente, es el compañero perfecto". Un 46 % de las familias españolas es poseedora de un animal de compañía, y dentro de este porcentaje, un 36% eligió al gato como mascota, según datos de la Fundación Affinity. Tendencia que con el transcurso de los años está empezando a crecer, sobre todo en los países vecinos. "Hay estadísticas que advierten que desde el 2003 en Alemania, Francia e Italia el número de gatos en familias es superior al de perros", explica García Caraballo. El especialista también afirma que estos animales se convertirán en la mascota del futuro por varias razones: "Se adaptan mejor a las circunstancias modernas, a nuestras casas cada vez más pequeñas y a la falta de tiempo del ser humano para poder salir a pasear con la mascota", afirma. Los gatos, sin duda, son mucho más urbanitas. Independientes y solitarios, no necesitan de grandes espacios; ¿a caso su perfil no encaja con el de muchos de los habitantes de la gran ciudad?

Dueños independientes Un estudio publicado por la Universidad British Columbia, en Vancouver (Canadá), afirma que las personas que prefieren los felinos suelen disfrutar más de su soledad. Además tienen un 30% más de probabilidades de vivir solos en un apartamento, a diferencia de las personas que eligen al perro como acompañante de vida, que con más frecuencia suelen estar casados y disponen de familia con la que habitar en casas ajardinadas. El estudio está liderado por el profesor Stanley Coren, especialista en psicología humana y animal y miembro de la Asociación Americana de Psicología.

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¿Amo o ama? Lo que sí es cierto es que desde tiempos remotos los gatos han estado mucho más asociados a la figura femenina. En la mitología egipcia, por ejemplo, la diosa Bastet –símbolo de la fertilidad– era representada como una mujer con cabeza de gato. Interpretada de igual manera, la diosa Sekhmet era el símbolo de la fuerza, el poder, de la guerra y de la venganza. Extremadamente opuestas en su carácter, la forma felina de ambas representaba a la mujer más pasional y tierna o la más vengativa e iracunda.


Es fácil observar que la moda actualmente está viviendo un momento gatuno. Diseñadores como Miuccia Prada, Diane Von Furstenberg o el propio Lagerfeld, entre otros, se han inspirado en los felinos para ilustrar las prendas de sus colecciones de la próxima temporada primavera/verano 2014. Gorros con orejitas de gato, gafas de rasgos felinos, camisetas estampadas, bolsos que remarcan la forma y figura minina, fundas para tableta… cualquier prenda o accesorio rinde homenaje al animal. "Los gatos pueden ser muy conmovedores y divertidos, por lo que las firmas los utilizan para jugar con la emoción de sus clientes y así diferenciarse de la competencia", explica la buscadora de tendencias Pilar Blázquez.

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Este concepto de cafetería, en la que es posible interactuar con los gatitos a la vez que se toma un café o se lee plácidamente un libro, fue exportado de Taiwán, donde nació en 1998. La idea se expandió rápidamente por Asia, siendo Japón el país que actualmente cuanta con más Neko Cafés –neko es gato en japonés– del mundo. Viena y París fueron las ciudades europeas que antes se apuntaron a la moda de los cat cafés –en el 2012 y el 2013, respectivamente –. Y aunque la tendencia acaba de aterrizar en Madrid, La Gatoteca no tiene pretensión de ser una simple cafetería en la que poder disfrutar de la compañía de estos animales. "Disponemos también de un programa de adopciones para tratar de dar refugio a los gatos sin hogar – aclara su gerente –; aquí los usuarios tienen la posibilidad de conocerlos y enamorarse, cosa que no suele pasar con una simple fotografía en internet".

La "terapia del ronroneo", beneficios saludables Visto y comprobado está por varios estudios científicos que "cuando las personas acarician a un animal de compañía se disparan los mecanismos cerebrales relacionados con el placer, ayudando así a disminuir los niveles de estrés", recuerda Jaume Fatjó. Esto beneficia al organismo humano, reduciendo la presión arterial y previniendo la aparición de enfermedades cardiovasculares. Pues bien, el ronroneo de los gatos además despierta en la psique mecanismos que tranquilizan nuestro cuerpo.

Así lo explica el veterinario francés Jean Yves Gauchet en su estudio denominado "terapia del ronroneo". En él expone que las vibraciones sonoras que emiten los felinos tienen un efecto certero sobre el estrés, el insomnio o la ansiedad; algo muy parecido a lo que sucede cuando escuchamos música. Cuando la amígdala hipocampo del celebro es estimulada por el ronroneo de un felino, ésta produce serotonina –un neurotransmisor del sistema nervioso vinculado a la inhibición de sentimientos relacionados con la ira, la agresión, el humor o el sueño–, lo que ayuda a calmar el cuerpo.

Si la terapia del ronroneo es mucho más económica y saludable que los tranquilizantes, ¿qué hay de malo entonces en dejarse rodear por felinos?


Gatos catapultados a la fama


Grumpy Cat, la gatita gruñona:

El gato, la mascota del futuro


Su verdadero nombre es Tarda Sauce y su carita de enfado eterno, por la que es archiconocida, se debe a que padece de enanismo felino y maloclusión. Su enfermedad no le impidió convertirse en el gato más popular de la red, haciendo multimillonaria a su propietaria Tabita Bundensen, y convirtiéndose en estrella mediática al dar el salto a las portadas del diario neoyorquino The Wall Street Journal y de la revista New York Magazine durante este pasado 2013. Tal es su éxito que incluso dispone de manager propio, Ben Lashes –un especialista en dirigir fenómenos virales– , y de marca registrada.

Facebook: 1.409.098 me gusta.
Twitter: 130. 472 seguidores.
YouTube: 24.850.407 reproducciones.

Lil Bub, una minina 'especial':

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Que naciera con las patitas mucho más cortas en relación al tamaño de su cuerpo o con una deformación en la mandíbula –culpable de que deba mantener siempre su lengua fuera de la boca–, quizás sean la clave de su éxito. Protagonista del documental titulado Lil bub y sus amigos (una producción de la revista Vice en la que se narran las vivencias de los gatos más famosos de la Red), su film llegó a imponerse como ganador del Tribeca Film Festival 2013, el prestigioso certamen de cine celebrado anualmente en la ciudad de Nueva York y auspiciado por el actor Robert de Niro.

Facebook: 619.229 me gusta.
Twitter: 30.532 seguidores.
YouTube: 15.847.437 reproducciones.

Maru, la reina de las cajas:

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El gran pasatiempo de esta felina japonesa – ocultarse bajo todo tipo de bolsas y cajas de cartón, sin importar su tamaño – la ha consolidado velozmente como una auténtica celebrity.

Facebook: 96.289 me gusta.
Twitter: 5.153 seguidores.
YouTube: 243.546.344 reproducciones.

Keyboard Cat, el gato pianista: Fatso – su nombre real–

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alcanzó la fama cuando su dueño, Charlie Schmidt, decidió subir a YouTube una antigua grabación de 1984 en la que el minino debutaba como pianista. El video se extendió de forma viral por la red, convirtiéndose también en icono fuera de ella. Camisetas, tazas de café, pegatinas, imanes e, incluso, un curioso juguete de peluche en el que un gatito mueve la cabecita al tiempo que marca el ritmo de la música con sus garras en el piano son algunos de los objetos que su dueño comercializa bajo marca registrada.

Facebook: 22.906 me gusta.
Twitter: 15.421 seguidores.
YouTube: 57.094.894 reproducciones.

Henri, el felino existencialista:

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Le chat noir, apodo por el que se conoce, aparenta ser un gatito francés, pero en realidad vive en Seattle. En las grabaciones de YouTube –subtituladas por su dueño, un joven cineasta llamado William Braden– explica dramáticamente su pesimismo ante la vida. Este gato desprende nostalgia por los cuatro costados.

Facebook: 150.672 me gusta.
Twitter: 26.433 seguidores.
YouTube: 7.071.706 reproducciones.

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