Ninguna ONG recibió nada en los dos partidos de Messi en Colombia
Lo de Messi estuvo bastante grave en Bogotá, aseguró en una emisora local González. No fue un partido benéfico, fue comercial
Al final, Messi jugó 70 minutos en Medellín de un encuentro que comenzó con hora y media de retraso por la protesta de los padres de 300 niños. Habían pagado por una foto con el barcelonista antes del encuentro y les fallaron. VERGUENZA
Nunca fueron partidos benéficos, sólo un negocio para algunos.
El astro argentino Lionel Messi jugó dos encuentros en Colombia, en junio pasado, y mientras a él y a alguno de sus amigos les pagaron dos millones y medio de dólares, según afirma uno de los empresarios que lo trajeron, los organizadores perdieron dinero y tampoco hubo fondos para fundaciones.
«En el mundo del fútbol se comentó como algo raro que Messi viniera si no era un partido a beneficio de ningún jugador ni de una ONG. Le estaría haciendo un favor a alguien», le dice a este diario el directivo de un equipo de la Primera División colombiana, que pide anonimato. «Nadie del fútbol conocía a los promotores, eso nos sorprendió», afirma Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Y un reconocido agente de jugadores señala que «no tiene lógica que Messi se preste a hacer esos partidos».
En Colombia, en todo caso, le recibieron con los brazos abiertos, aunque otra cosa fue la asistencia al estadio. Andrés Botero y Harrison González, los promotores de los partidos, sólo consiguieron completar un 60% del aforo en Bogotá y la mitad en Medellín.
«Lo de Messi estuvo bastante grave en Bogotá», aseguró en una emisora local González. «No fue un partido benéfico, fue comercial (...). Nosotros pagamos a los jugadores unos 5.000 millones de pesos [2,5 millones de dólares] y todo se hizo bancarizado». Los promotores, sin embargo, pese a que recaudaron una suma importante con las entradas y los patrocinadores, como BBVA, no cubrieron los gastos. Perdieron tanto que el partido de Medellín se lo pasaron al argentino Guillermo Marín en el último momento.
«Unicef no recibió dinero ni participamos en ninguna selección de ONG», asegura Viviana Limpias, representante adjunta de la entidad en Colombia. Por medio de un concurso, se seleccionó a dos y, según Harrison González, por expresa voluntad de la empresa organizadora la donación se acabará haciendo algún día, no por iniciativa de Messi y sus amigos.
Para obtener su versión, EL MUNDO concertó una entrevista con Andrés Botero, que luego la canceló: «Me dicen mis contables y abogados que es mejor que no hable de momento».
En cuanto a la policía colombiana, EL MUNDO supo que no ha intervenido en las investigaciones. «Solo las llevan la española y la DEA [agencia antidroga norteamericana», afirmaron.
Lo de Messi estuvo bastante grave en Bogotá, aseguró en una emisora local González. No fue un partido benéfico, fue comercial
Al final, Messi jugó 70 minutos en Medellín de un encuentro que comenzó con hora y media de retraso por la protesta de los padres de 300 niños. Habían pagado por una foto con el barcelonista antes del encuentro y les fallaron. VERGUENZA
Nunca fueron partidos benéficos, sólo un negocio para algunos.
El astro argentino Lionel Messi jugó dos encuentros en Colombia, en junio pasado, y mientras a él y a alguno de sus amigos les pagaron dos millones y medio de dólares, según afirma uno de los empresarios que lo trajeron, los organizadores perdieron dinero y tampoco hubo fondos para fundaciones.
«En el mundo del fútbol se comentó como algo raro que Messi viniera si no era un partido a beneficio de ningún jugador ni de una ONG. Le estaría haciendo un favor a alguien», le dice a este diario el directivo de un equipo de la Primera División colombiana, que pide anonimato. «Nadie del fútbol conocía a los promotores, eso nos sorprendió», afirma Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Y un reconocido agente de jugadores señala que «no tiene lógica que Messi se preste a hacer esos partidos».
En Colombia, en todo caso, le recibieron con los brazos abiertos, aunque otra cosa fue la asistencia al estadio. Andrés Botero y Harrison González, los promotores de los partidos, sólo consiguieron completar un 60% del aforo en Bogotá y la mitad en Medellín.
«Lo de Messi estuvo bastante grave en Bogotá», aseguró en una emisora local González. «No fue un partido benéfico, fue comercial (...). Nosotros pagamos a los jugadores unos 5.000 millones de pesos [2,5 millones de dólares] y todo se hizo bancarizado». Los promotores, sin embargo, pese a que recaudaron una suma importante con las entradas y los patrocinadores, como BBVA, no cubrieron los gastos. Perdieron tanto que el partido de Medellín se lo pasaron al argentino Guillermo Marín en el último momento.
'Unicef no recibió dinero'
«Unicef no recibió dinero ni participamos en ninguna selección de ONG», asegura Viviana Limpias, representante adjunta de la entidad en Colombia. Por medio de un concurso, se seleccionó a dos y, según Harrison González, por expresa voluntad de la empresa organizadora la donación se acabará haciendo algún día, no por iniciativa de Messi y sus amigos.
Para obtener su versión, EL MUNDO concertó una entrevista con Andrés Botero, que luego la canceló: «Me dicen mis contables y abogados que es mejor que no hable de momento».
En cuanto a la policía colombiana, EL MUNDO supo que no ha intervenido en las investigaciones. «Solo las llevan la española y la DEA [agencia antidroga norteamericana», afirmaron.
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