Estudio asegura que los "malos" de El Señor de los Anillos perdieron la guerra debido a la falta de vitamina D.
Un estudio poco común, encabezado por un médico del Imperial College de Londres, concluyó que los personajes malvados de "El Hobbit" y la trilogía "El Señor de los Anillos", del inglés J.R.R Tolkien, sucumbieron finalmente ante hombres y elfos no por cuestiones de magia o coraje, sino por mera avitaminosis.
Si el dragón Smaug, Gollum o los orcos hubieran comido ocasionalmente algo de queso fresco con ensalada, algún que otro trozo de salmón ahumado, y hubieran tomado sol con más frecuencia, el destino de la Tierra Media podría haber sido bien distinto.
Evitando la luz solar, sobreviviendo con una dieta desequilibrada basada en carne podrida o -en el caso de Gollum- algún pez ocasional, estos personajes no tenían acceso a la vitamina D, componente clave de la salud de los huesos y la potencia muscular.
El estudio, realizado por el doctor Nicholas Hopkins y su hijo Joseph, fue publicado en la edición navideña de la revista "Medical Journal of Australia".
Ambos revsaron a fondo la obra de Tolkien en busca de referencias sobre la vida cotidiana de los personajes y sus hábitos alimenticios. Luego utilizaron los indicios hallados para determinar el nivel de vitamina D en sus organismos, determinado por el consumo de alimentos como peces oleaginosos, yema de huevo y queso, así como por una correcta exposición al sol.
En el bando de los "buenos", Bilbo Bolsón tuvo una vida repleta de vitamina D, según los médicos. Es que pese a vivir en un "agujero Hobbit", su vivienda contaba con varias ventanas ya demás él mismo gustaba de pasearse bajo el sol.
"La dieta hobbit es claramente diversa, ya que Bilbo es capaz de ofrecer pasteles, té, semillas, cerveza, vino tino, gelatina de frambuesa, pastel de carne, queso, acrne de cerdo, ensalada, pollo, pickles y torta de manzana a los enanos que lo visitan para reclutarlo", expresa el Imperial College en un comunicado.
Por el contrario, los malvados pasan la mayor parte del tiempo en sitios sombríos, y su dieta es pobre.
"El análisis sistemático de los textos de Tolkien apoya nuestra hipótesis inicial de que el triunfo del bien sobre el mal puede haberse debido, en cierta medidad, a la mala alimentación y falta de luz solar experimentada por los personajes malignos", concluyen los investigadores.
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