Desde hace diez años podemos encontrar en el museo Speicherstadt de Hamburgo la maqueta más grande de modelismo ferroviario en el mundo.
Se trata de Miniatur Wunderland, un mundo en miniaturas sin precedentes, un proyecto gigantesco que requirió más de quinientas mil horas de trabajo en un terreno de 1,300 metros cuadrados.
Anualmente atrae a más de un millón de visitantes lo que la ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas del lugar y cada día crece más y más.
Las ocho secciones en las que se divide el complejo son aptas para todo tipo de público: un mundo en miniatura conectado a través de 13 kilómetros de rieles de ferrocarril. Con maquetas y representaciones hechas a base de toneladas de hierro, madera y yeso.
Este apasionante viaje te transporta desde Escandinavia a través de Alemania, Austria, Suiza y hasta los rincones más alejados de Norteamérica, en tan solo unos segundos.
La maqueta entera se compone de 900 trenes con 12,000 vagones que circulan diariamente en un recorrido de cientos de kilómetros. El tren más largo posee una longitud de más de 14 metros y medio.
Pero no todo es tierra, la maqueta también incluye una representación del Mar del Norte, repleta con 30,000 litros de agua donde el visitante puede disfrutar desde pequeños botes hasta grandes cruceros navegando.
Por Escandinavia, América, el aeropuerto o en la pintoresca ciudad ficticia de Knuffingen circulan autos a control remoto dirigidos por una red más de 250 ordenadores.
El toque especial lo tienen los carros de bomberos con una programación bastante compleja que les permite salir constantemente a combatir los incendios en la ciudad. La policía también se mantiene al tanto en búsqueda de infractores del tráfico vial.
Una de las atracciones más reciente y novedosas es el Knuffingen Airport, el aeropuerto más pequeño del mundo. Un módulo que implicó más de seis años de desarrollo y construcción.
Fue inaugurado en 11 de mayo de 2011, con un costo que superó los tres millones y medios de euros.
Se extiende sobre 150 metros cuadrados de terreno, y está habilitado con poco más de 40 aviones, además de todo "el personal" del recinto. Sin duda, una de las simulaciones más complejas jamás vistas en el planeta. Desde los hangares de mantenimiento hasta el check out, fueron realizados hasta los más mínimos detalles fieles al original.
El núcleo de esta exposición lo componen sin duda cada uno de los detalles en miniatura. Las más de 200 mil figuras puestas en escena que representan la vida en todas sus facetas: un mundo donde la policía sale a esclarecer los delitos, los bomberos a apagar los incendios, donde se pueden ver procesiones fúnebres, pequeños festejos o el arribo de extranjeros a este pequeño mundo donde la fantasía no tiene límites.
El mundo de las miniaturas es muy variado y único, desde un viaje a la cima más alta que es una montaña de 6 metros de altura, atravesando las románticas vías del Gran Cañón, pasando por las regiones nevadas y los pueblitos idílicos hasta el mundo subterráneo.
Un día en el mundo de las miniaturas tiene una duración de 15 minutos, cuando empieza a anochecer, se encienden más de 300 mil LEDs que iluminan el escenario de una forma mágica.
Es entonces cuando se percibe la vida nocturna en varias regiones.
Todo esto ha sido posible gracias al software desarrollado especialmente por el equipo de Miniatur Wunderland.
Y aún no se agotan las ideas de los 260 creadores del Wunderland, hasta el 2020 (como mínimo) se planea la apertura de las secciones de Francia, Italia, Inglaterra, y partes del continente Africano.
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