Los poderes mentales son muy misteriosos y la idea de que puedan existir ha sido fomentada por el cine y la literatura desde hace mucho tiempo. Uno de los poderes mentales más conocidos es la telequinesis, la habilidad de mover objetos con la mente. Sin embargo, el probar que realmente existe algo así es muy complicado.
Estudios e investigaciones
La idea de que las personas puedan tener este tipo de poderes es antigua, pero el esfuerzo por demostrarlo científicamente recién comienza a darse en el 1800, cuando las prácticas espiritistas se volvieron comunes y muchos decían que durante esos intentos de comunicación con los muertos, los objetos se movían y levitaban.
Pero fue recién en la década de 1940 que un científico llamado J.B. Rhine comenzó a realizar pruebas de telequinesis en individuos, por ejemplo pidiéndoles que alteraran el resultado de los dados. Aunque los efectos no fueron lo suficientes como para probar la existencia de un poder de la mente, Rhine se convenció de que sí. Sus métodos tenían muchos errores y por lo tanto las pruebas nunca fueron concluyentes.
Falsa telequinesis
Durante este período muchos falsos mediums aparecieron en escena y psíquicos que querían obtener dinero realizando actos falsos de telequinesis. Este tipo de estafas hicieron que ya no fuera tan interesante como al principio.
En la década de 1970 más farsas fueron realizadas, incluyendo a Uri Geller, uno de los psíquicos más conocidos, que lograba torcer una cuchara con la mente. Sin embargo estos trucos también podían ser realizados por magos, por lo que la telequinesis no se comprobó como cierta.
Años más tarde, un grupo de niños que podía doblar cucharas fueron analizados y se encontró que hacían trampa doblando la cuchara con la mano cuando no los veían.
Posibilidades biológicas de la telequinesis
El mito difundido es que los humanos utilizamos solo un 10 por ciento de nuestro cerebro, y por tanto al usar una mayor parte del cerebro es posible lograr nuevas habilidades, entre ellas la telequinesis. Sin embargo, los estudios científicos demuestran que usamos todo nuestro cerebro. Incluso en tareas fáciles entran en juego partes de todo el cerebro.
Y existe un problema mayor, las leyes de la física impedirían que nuestro cerebro moviera objetos: no hay una manera conocida y posible de que esto se logre.
Hasta el momento no existen pruebas de que la telequinesis exista, más que como un mito o una manera de que falsos psíquicos puedan estafar a la mayor cantidad de personas. Su época de moda ha pasado, aunque sigue siendo un recurso recurrente en el cine o televisión.
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