El argentino hizo historia: jugó en un nivel altísimo y superó al ex número 1 del mundo en dos sets para llegar a su primera final en el circuito.
Federico Delbonis sueña a lo grande en Hamburgo. Pero seguramente ni en el mejor de los sueños imaginó lo que este 20 de julio pasó en el polvo de ladrillo del ATP 500 alemán. El joven de Azul jugó en un nivel altísimo para ganarle al ex número 1 del mundo, Roger Federer, en sets corridos y avanzar a su primera final en el circuito.
Su ubicación en el 114° puesto del ranking poco se notó cuando salió a jugar como un gigante contra el suizo. Si bien Federer consiguió quebrarle el saque apenas comenzado el partido (en el tercer game), Delbonis se recuperó enseguida, igualó y confirmó con su servicio. Todo se mantuvo hasta el saque del actual 5 del mundo con el partido 5-6. Fue entonces cuando Delbonis contó con dos set points. Sin embargo, Roger demostró porqué fue el 1 del planeta alguna vez y logró llegar al tie break.
En la definición también hubo un desenlace cerrado. El primer mini quiebre se fue para el lado del suizo (3-2). Pero Delbonis encontró las respuestas cuando se animó a subir a la red. Una volea le permitió igualar (4-4). Y ni la presión de Federer al ponerse set point le impidió estar concentrado para sacar y evitarlo. El de Azul llegó así a su tercer set point del partido pero tendría que esperar uno más porque le tocaba a Federer ir hasta la línea de saque. No fue hasta que se puso 8-7 con un mini quiebre que se dio el gusto de arrebatarle un set a uno de los mejores tenistas de la historia, tras 48 minutos de una verdadera batalla.
El segundo set lo encontró a Federer luchando con su revés ante cada embate de la derecha potente de Delbonis. Le dolía al suizo y eso quedó demostrado cuando tardó demasiado para cerrar con su servicio y ponerse 4-3. En un parcial sin quiebres, el ex número 1 del mundo tuvo su oportunidad en el siguiente game pero el argentino lo impidió cuando se animó a subir a la red para volear suave y corto e igualar el juego en 4. Otra vez, el destino era jugar el tie break.
Y hasta allí llegaron, con una paridad absoluta. O casi absoluta porque Delbonis logró el quiebre y quedó 5-4 con sus dos servicios por delante. Pese a sus escasos 22 años y a tener enfrente a uno de sus ídolos, el azuleño provocó los errores no forzados del suizo que le dieron el triunfo, tras casi dos horas de un partido que jamás olvidará. Como tampoco olvidará este ATP 500 de Hamburgo, donde el domingo irá por un nuevo sueño: conquistar su primer trofeo ATP en la final contra el italiano Fabio Fognini.
Federer ultimamente esta jugando muy mal (y en este torneo probó raqueta nueva), pero Delbonis jugó muy bien y está demostrando que es mas que un jugador de challengers
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