Solá apoyó la ley de medios y Magnetto rompería con Massa
"No la tocaríamos. El espíritu de la Ley de Medios lo dejamos en la sociedad, no me parece que haya que voltearla aunque aumentaron las voces que eso quisieron", indicó en declaraciones radiales Felipe Solá, cuarto en la lista de diputados nacionales del Frente Renovador de Sergio Massa. Este claro guiño del ex gobernador bonaerense a la Casa Rosada, impactó fuerte en distintas oficinas. En los cuarteles del intendente de Tigre la preocupación era evidente. En su obsesión por mantenerse ambiguo y esquivo a cualquier definición política importante, Massa sólo dio un par de reportajes luego del lanzamiento de su candidatura. El impacto de los mismos habría sido negativo, ya que quedó en evidencia eludiendo dar respuestas concretas. A partir de ese momento, dejó que Solá fuera su vocero y no se sabe si lo autorizó o no a que se solidarizara con la cruzada del kirchnerismo contra Clarín. El caso es que a Héctor Magnetto la definición de Solá no le habría pasado desapercibida. Fuentes empresarias del Grupo Clarín deslizaban ayer que Massa, para evitar castigos mayores por parte del cristinismo, habría pactado algunos temas, entre ellos defender la ley de medios. El hecho es que las declaraciones de Solá habrían puesto en marcha una escalada. Según una versión, hasta no se descartaría que se difundan denuncias de corrupción contra el tigrense en el programa de Jorge Lanata. Una ofensiva de Clarín en este sentido apuntaría a restarle votos al Frente Renovador entre el electorado de clase media, que predomina en el primer cordón del conurbano, produciendo así un repunte de Francisco de Narváez, que para algunas encuestas hoy está cuarto. Desde ya que Daniel Scioli estaría de acuerdo en la prioridad de bajar del pedestal a su nuevo y peligroso rival, empresa a la que sumarían José Manuel de la Sota y Hugo Moyano. Los cálculos de los distintos sectores involucrados coinciden en un punto: las dos fuerzas políticas que obtengan el primero y el segundo puesto en las primarias del 11 de agosto se verían beneficiadas por la tendencia a una polarización para el 27 de octubre. Es decir que, si el Frente Renovador y el Frente para la Victoria encabezan los números, cada vez sumarían más votos para la elección general, en tanto que De Narváez y Stolbizer-Alfonsín irían perdiendo empuje. La conclusión es obvia: el empresario necesita urgentemente cambiar la tendencia, antes de que sea demasiado tarde. Para Clarín, Moyano y De La Sota, entre otros, existiría la sospecha de que la ruptura entre CFK y Massa es relativa y que, después de las elecciones y gestiones mediante de Solá, Jorge Brito y José Luis Manzano, podría haber una reconciliación pública.
Las heridas que dejaron las listas
A todo esto, De Narváez se enfrenta también a las consecuencias de un tormentoso cierre de sus listas de candidatos. La crisis empezó el 20 del mes pasado, cuando Alberto Pérez le confesó en el hotel Emperador que Scioli no rompería con Cristina ni autorizaría a que su esposa Karina Rabolini fuera candidata a diputada del denarvaísmo. La reacción del empresario no se hizo esperar: tachó de los borradores de sus listas a la sciolista Juan Domingo. Los dirigentes de esta agrupación aterrizaron 12 horas después en Tigre para incorporarse a la legión extranjera allí en formación. Ante la evidencia de que sólo le quedaba su alianza con Hugo Moyano y Jesús Cariglino, De Narváez empezó a distribuir candidaturas entre su entorno personal, para asegurarse legisladores que le sean en el futuro más leales que los esquivos dirigentes del peronismo bonaerense. La primera beneficiada fue su propia esposa Agustina Ayllón, que es candidata a diputada provincial en segundo término por la Octava Sección Electoral (La Plata). El reparto siguió con su joven secretaria Soledad Waisman (32 años) que ahora es candidata a diputada provincial en tercer lugar por la Tercera Sección. Waisman es la mano derecha del empresario y ya en el 2009 estuvo a cargo de las cuentas de la campaña electoral. La selección de candidatos incondicionales siguió en la Segunda Sección Electoral. Allí el primer candidato a diputado provincial es Franco Laporta, un hombre de Cariglino. Pero el segundo es Gerardo Areal, gerente operativo del bunker de De Narváez en Las Cañitas. De más está decir que entre la dirigencia peronista que quedó fuera de las listas del Frente Unión por la Libertad y el Trabajo, la designación de Waisman, Ayllon y Areal es el blanco de múltiples ataques. Como parte del efecto Massa, en las listas para legisladores del denarvaísmo los que se ubican del tercer lugar para abajo hoy tendrían pocas esperanzas. Y en el orden nacional, Gustavo Ferrari, principal operador de De Narváez, hoy por hoy ve peligrar la renovación de su banca. Ferrari está en el cuarto lugar y, con las encuestas actuales, estaría en el límite de quedarse afuera.
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