Unos 300 pungas chilenos operan en los subtes porteños
"A fines de 2013 se produjo un éxodo masivo de estos delincuentes desde Santiago de Chile hacia Buenos Aires", se denuncia en un amplio informe titulado Pasaje al Delito, que realizaron periodistas de Chilevisión.
Los denominados "pungas" del subte son un verdadero dolor de cabeza, para los miles de pasajeros, pero también para las autoridades, que no los pueden parar. Ahora, la televisión chilena presentó un revelador informe donde se denuncia que en Buenos Aires operan unos 300 delincuentes trasandinos, violentos y altamente organizados.
En el marco de un informe denominado "Pasaje al delito", para el programa "En la mira" del canal Chilevisión, la investigación periodística sostuvo que "en 2010 se realizó en trabajo que puso en evidencia el accionar de los grupos delictivos que operaban en el subte de Santiago de Chile", tras lo cual "muchos fueron erradicados y ahora roban en Buenos Aires, donde los llaman pungas".
Aquí, el grupo "Pungas en el subte", que escracha a través de internet y las redes sociales a estas bandas, calculó en 300 el número de malvivientes que llegaron desde Chile para robar en las líneas subterráneas porteñas, donde hacen estragos.
El periodista chileno Fernando Reyes, que realizó el informe televisivo, relató que "a fines de 2012 se produjo un éxodo masivo de lanzas (así llaman en el país vecino a los pungas) a la megaurbe de Argentina, como primera escala internacional de estos delincuentes", agregando que "la autoridad argentina certificó esta situación, con subtes en estado de abandono e inseguridad, que se convierte en el paraíso para este tipo de delincuentes".
En el informe, se asegura que las estaciones subterráneas ubicadas en la zona del Obelisco son el punto de partida de los pungas chilenos. Clara, una de las fundadoras del grupo que persigue a los ladrones, contó que "la línea D es la favorita de los chilenos, donde se mueven bandas que están instaladas hace meses".
En una cámara oculta del informe, quedó registrado el momento en que uno de los pungas le hace una seña a un efectivo policial. Así, se indica que "los lanzas negocian espacios en las estaciones con la policía, y se calcula que pagan entre 300 y 400 pesos por día para trabajar tranquilos".
En ese marco, uno de los sujetos que resultó filmado por la televisión trasandina, empujó de manera brutal a uno de los camarógrafos desde el andén a las vías.
"Quedamos impactados con la frialdad de uno de los pungas descubiertos, que no dudó en empujar a un camarógrafo a las vías", dijo el periodista.
Asimismo, se reveló que la gran mayoría de los malvivientes tienen causas por robos y hurtos en Chile, mencionando el caso del descubierto Luis Tapia, quien presenta cargos por el robo de un cajero automático y que desde hace un tiempo reside en Buenos Aires.
"El objetivo es darse buena vida con guantes blancos, no lo llamo robar a lo que hago", cuenta uno de los protagonistas con desparpajo.
Osvaldo, otro miembro de la organización de cazadores de pungas, se preguntó "¿cómo se fueron de Chile con tantas causas penales?", agregando que "no importa donde vayan a robar, si es en Roma, Londres o Buenos Aires, lo importante es saber cómo hicieron para salir con el grado de peligrosidad que presentan".i
"A fines de 2013 se produjo un éxodo masivo de estos delincuentes desde Santiago de Chile hacia Buenos Aires", se denuncia en un amplio informe titulado Pasaje al Delito, que realizaron periodistas de Chilevisión.
Los denominados "pungas" del subte son un verdadero dolor de cabeza, para los miles de pasajeros, pero también para las autoridades, que no los pueden parar. Ahora, la televisión chilena presentó un revelador informe donde se denuncia que en Buenos Aires operan unos 300 delincuentes trasandinos, violentos y altamente organizados.
En el marco de un informe denominado "Pasaje al delito", para el programa "En la mira" del canal Chilevisión, la investigación periodística sostuvo que "en 2010 se realizó en trabajo que puso en evidencia el accionar de los grupos delictivos que operaban en el subte de Santiago de Chile", tras lo cual "muchos fueron erradicados y ahora roban en Buenos Aires, donde los llaman pungas".
Aquí, el grupo "Pungas en el subte", que escracha a través de internet y las redes sociales a estas bandas, calculó en 300 el número de malvivientes que llegaron desde Chile para robar en las líneas subterráneas porteñas, donde hacen estragos.
El periodista chileno Fernando Reyes, que realizó el informe televisivo, relató que "a fines de 2012 se produjo un éxodo masivo de lanzas (así llaman en el país vecino a los pungas) a la megaurbe de Argentina, como primera escala internacional de estos delincuentes", agregando que "la autoridad argentina certificó esta situación, con subtes en estado de abandono e inseguridad, que se convierte en el paraíso para este tipo de delincuentes".
En el informe, se asegura que las estaciones subterráneas ubicadas en la zona del Obelisco son el punto de partida de los pungas chilenos. Clara, una de las fundadoras del grupo que persigue a los ladrones, contó que "la línea D es la favorita de los chilenos, donde se mueven bandas que están instaladas hace meses".
En una cámara oculta del informe, quedó registrado el momento en que uno de los pungas le hace una seña a un efectivo policial. Así, se indica que "los lanzas negocian espacios en las estaciones con la policía, y se calcula que pagan entre 300 y 400 pesos por día para trabajar tranquilos".
En ese marco, uno de los sujetos que resultó filmado por la televisión trasandina, empujó de manera brutal a uno de los camarógrafos desde el andén a las vías.
"Quedamos impactados con la frialdad de uno de los pungas descubiertos, que no dudó en empujar a un camarógrafo a las vías", dijo el periodista.
Asimismo, se reveló que la gran mayoría de los malvivientes tienen causas por robos y hurtos en Chile, mencionando el caso del descubierto Luis Tapia, quien presenta cargos por el robo de un cajero automático y que desde hace un tiempo reside en Buenos Aires.
"El objetivo es darse buena vida con guantes blancos, no lo llamo robar a lo que hago", cuenta uno de los protagonistas con desparpajo.
Osvaldo, otro miembro de la organización de cazadores de pungas, se preguntó "¿cómo se fueron de Chile con tantas causas penales?", agregando que "no importa donde vayan a robar, si es en Roma, Londres o Buenos Aires, lo importante es saber cómo hicieron para salir con el grado de peligrosidad que presentan".i
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