Un buen corto de animación siempre alegra la mañana. Y más si se trata de la factoría francesa Gobelins (l'école de l'image).
Todo lo que sale de ahí tiene un acabado digno de cine. Y en esta ocasión os traemos la historia de Jean Luc, un niño total e irremediablemente enganchado a los videojuegos.
Su madre vive como si el niño estuviera literalmente enchufado a la videoconsola.
Pero un día cualquiera, Jean-Luc empieza a echar espuma por la boca debido al subidón de 8 bits. Su madre grita y grita hasta que un apuesto doctor acude a casa…
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