miércoles, 25 de septiembre de 2013

aborto: nuevo derecho de las mujeres en el mundo

derecho


Aborto proviene del latín abortus y es definido por el diccionario de la RAE como: "Interrupción del embarazo por causas naturales o deliberadamente provocadas".

Quizá el texto más antiguo en el que se habla del aborto es el Código de Hammurabi (1728 a.c.) que dice: "Si un hombre golpea a una hija de hombre y le causa la pérdida del fruto de sus entrañas, pagará 10 siclos de plata por el fruto de sus entrañas". Lo cual deja entrever que el inducir al aborto no era del todo aceptado.

En la Antigua Roma, aunque se admitía el aborto, si la mujer embarazada estaba condenada a muerte, la ejecución se posponía hasta el nacimiento. En el siglo II encontramos el primer registro de leyes estatales al respecto decretando el exilio contra madres que abortan. También los aztecas castigaban a la abortista con la pena de muerte. Sin embargo, a principios del siglo XX, muchos países empezaron a despenalizar el aborto a efectos de proteger la vida de la madre.

La primera legalización del mundo tuvo lugar en la Unión Soviética en 1920. A finales de la Segunda Guerra Mundial, en casi todos los países industrializados la normativa acerca del aborto comenzó a ser liberalizada. Y durante los 70, la mayoría de los países desarrollados despenalizaron el aborto y ampliaron las circunstancias en que éste es permitido.


aborto


El aborto en la actualidad


La OMS asegura que, actualmente, de los 210 millones de embarazos anuales, 80 millones son no planeados, es decir 2 de cada 5 embarazos, y que de los embarazos no planeados, 46 millones (58%) terminan interrumpiéndose.

Hoy en día se puede decir que la forma de ver el aborto ha cambiado. Mientras antes era un delito, o bien un accionar solapado; actualmente muchos países lo admiten como un derecho que el mismo Estado debe ejecutar, dejando la libre decisión de abortar a la madre.

El aborto siempre fue considerado como un acto malo, donde se mataba a una persona; sin embargo, en tiempos modernos se ha llegado al extremo de asegurar que el feto desechado no es vida humana, no es persona, no vale, y lo más sorprendente es que el mismo derecho está avocándose a esa tesis.

Países como España por ejemplo mediante la "Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo", se considera de mayor importancia el Derecho que tienen las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo bajo el amparo de la libertad y la salud sexual y reproductiva que el discutir si el feto es vida o no. Y han creado la despenalización de la práctica del aborto inducido durante las primeras 14 semanas del embarazo, extendido a mujeres de 16 y 17 años, bajo el régimen aplicable a las mujeres mayores de edad.

Mientras tanto, en países como Costa Rica y muchos otros latinoamericanos, solo se admite el aborto terapéutico, es decir, si atenta contra la salud física o la vida de la madre. Sin embargo, en el 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos le ha ordenado a Costa Rica legalizar la fecundación In vitro en el país, considerando que "la decisión de tener hijos pertenece a la esfera más íntima de la vida privada y familiar, y es parte de la autonomía y de la identidad de una persona". Esto abre el primer portillo a legalizar también el aborto bajo el mismo argumento. Y no es el único, otros países que no lo admitían, se están sumando a reconocerlo como un derecho de la mujer. Inclusive, hoy son más los países que admiten el aborto (bajo las variables que sean) que los que no. A pesar de los múltiples movimientos en contra, la realidad es que el aborto se va haciendo cada vez menos reprochable moral y legalmente.


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En el futuro


La pregunta es: ¿hasta dónde podremos llegar? ¿Vale más el derecho a la libre elección que el derecho a la vida per se? ¿Es ese el verdadero progreso, el restarle importancia y hasta negarle el estatus jurídico a una persona como es un feto o un bebé?

Se entiende que pueden existir excepciones, como los fetos que nacerán sin posibilidades de vida al nacer, pero admitir el aborto solo porque la madre no quiere asumir las consecuencias de su negligencia en usar anticonceptivos, es injusto y antijurídico -en el espíritu de la ley al menos- e inconcebible en todas sus acepciones éticas y morales.

Es cierto: cada individuo tiene la libertad de hacer con sí mismo lo que considere conveniente, pero es regla de oro que esto jamás debe hacerse por encima de los derechos de los demás, de ser así llegaremos entonces al punto de despenalizar el asesinar a mi vecino porque es mi derecho hacer lo que yo quiera. ¿No es lo mismo?

El progreso de la humanidad no significa el derecho a hacer lo que nos plazca. El progreso es cada día saber cuidar mejor a los suyos, a los míos, a los nuestros, aunque con el aborto tal parece que solo importa el yo como mujer.


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