Solamente una semana le hizo falta a Lanús para enderezar el rumbo deportivo de este segundo semestre. La semana pasada eliminó a Racing y se clasificó para los octavos de final de la Copa Sudamericana. Anoche superó claramente a Olimpo y se anotó en la carrera de los aspirantes a ganar la corona en el Torneo Inicial.
En el balance final de virtudes y defectos, habrá que destacar entre lo más importante a su capacidad goleadora, con tantos marcados por jugadores diferentes, dos de ellos, como Ismael Blanco y Pasquini, llegando desde el banco de suplentes.
Que Lanús le cediera a Olimpo el control de la pelota fue lo que primero que sorprendió en la noche sureña. Durante ese lapso, el equipo de Perazzo se adelantó, atacó y estuvo muy cerca de abrir el marcador con un cabezazo de Pérez Guedes -anticipó a Goltz- que se estrelló contra un poste cuando Marchesín nada tenía para hacer.
El local empezó a recuperarse cuando Somoza, como eje de la mitad de la cancha, se adelantó y le peleó a los volantes bahienses el dominio del círculo central y sus zonas cercanas.
En cuanto el Granate se hizo un equipo más corto, con el adelantamiento de los marcadores de punta Araujo y Velázquez, aparecieron las jugadas de gol en el arco de Champagne. A los 18 minutos, el arquero visitante tapó un disparo de Silva ejecutado desde cerca y a continuación, Moiraghi bloqueó un disparo de Acosta que quería red. Enseguida, un cabezazo de Izquierdoz pasó cerca de un palo.
Excepción hecha de un peligroso cabezazo de Pérez Guedes y un disparo desde lejos de Vuletich, ambas jugadas salvadas por Marchesín, Lanús había acumulado méritos como para ponerse en ventaja. Algo que sucedió sobre el final de la primera mitad, cuando Silva aguantó bien una pelota en el área y Acosta clavó un disparo brutal lejos de Champagne.
El segundo tiempo de Lanús hay que contarlo con el reloj en la mano. El Mellizo cambió el esquema 4-3-3 a 4-3-1-2, con el ingreso de Chávez por Melano, pero el deseo le duró sólo 7 minutos porque el ex Boca se lesionó (se retiró tomándose la parte posterior del isquitibial derecho). Entró Ismael Blanco para volver al 4-3-3 inicial y el delantero nacido y criado en Colón puso el 2-0 antes de que se cumpliera el primer minuto en cancha. Apenas dos minutos después, un centro enorme de Acosta fue conectado por Pasquini y el resultado se transformó en goleada.
A Olimpo le está costando más de lo imaginado la adaptación a Primera. Esto es tan evidente como la potente localía que tiene Lanús, que con 21 partidos sin retirarse vencido hace honor a La Fortaleza, mote con el que se reconoce popularmente a su estadio.
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