Un misil sorprendió al portero del Galatasaray y suma cinco goles en los últimos seis encuentros
Gareth Bale acabó siendo el nueve de Ancelotti. Y una vez más demostró que tiene una pegada descomunal. Sin Ronaldo y con Benzema en el banquillo, el galés llevaba los galones. Pero el jugador demostró que por algo el Real Madrid apostó fuerte por él. Sin hacer el partido de su vida, volvió a ser determinante con un golazo de falta.
Es muy probable que Bale no hubiese marcado de falta con Cristiano en el campo. El luso habría cogido la pelota, y más teniendo en cuenta que era la primera. Bien es cierto que Iscan pudo hacer más en el disparo, pero la pelota tampoco era fácil. Bale la pegó con todas sus fuerzas y la pelota bajó por el efecto justo antes de entrar, lo que despistó al portero.
Bale empezó jugando por donde quiere él y el propio Ancelotti, por la derecha, para aprovechar su disparo. Sin embargo, en la segunda parte acabó de delantero. En la primera fue Isco quien se colocó como el futbolista más adelantado, mientras que el ex del Tottenham se fue a la banda izquierda, pero tras el descanso lo hizo el galés y el malagueño retrasó su posición.
Bale demostró que ha dejado atrás sus problemas musculares y que está cada vez más entonado. Lo dicen sus cinco goles en los últimos seis partidos y sus asistencias. Está integrado y en la Champions suma ya dos goles. Se estrenó en Europa con el tanto a la Juventus en Turín y ayer hizo el segundo.
En la primera parte y poco antes del gol, Gareth ya pudo marcar. Se plantó solo ante el portero, pero su disparo se fue fuera cuando lo más fácil era ponerlo entre los tres palos. Con el empate a uno, tras una buena arrancada por la izquierda intentó batir a Iscan pero su misil se fue a las nubes.
Fue por tanto otra gran noche para Bale, en su primer partido de titular en la Champions en el Bernabéu. Ya no hay quien le mueva del once. Carlo, consciente de que no ha hecho pretemporada, quiere darle minutos para que recupere el tiempo perdido. Y la jugada le está saliendo bien. El galés no está al 100%, pero aún así le vale ya para ser decisivo en este Real Madrid.
Es muy probable que Bale no hubiese marcado de falta con Cristiano en el campo. El luso habría cogido la pelota, y más teniendo en cuenta que era la primera. Bien es cierto que Iscan pudo hacer más en el disparo, pero la pelota tampoco era fácil. Bale la pegó con todas sus fuerzas y la pelota bajó por el efecto justo antes de entrar, lo que despistó al portero.
Bale empezó jugando por donde quiere él y el propio Ancelotti, por la derecha, para aprovechar su disparo. Sin embargo, en la segunda parte acabó de delantero. En la primera fue Isco quien se colocó como el futbolista más adelantado, mientras que el ex del Tottenham se fue a la banda izquierda, pero tras el descanso lo hizo el galés y el malagueño retrasó su posición.
Bale demostró que ha dejado atrás sus problemas musculares y que está cada vez más entonado. Lo dicen sus cinco goles en los últimos seis partidos y sus asistencias. Está integrado y en la Champions suma ya dos goles. Se estrenó en Europa con el tanto a la Juventus en Turín y ayer hizo el segundo.
En la primera parte y poco antes del gol, Gareth ya pudo marcar. Se plantó solo ante el portero, pero su disparo se fue fuera cuando lo más fácil era ponerlo entre los tres palos. Con el empate a uno, tras una buena arrancada por la izquierda intentó batir a Iscan pero su misil se fue a las nubes.
Fue por tanto otra gran noche para Bale, en su primer partido de titular en la Champions en el Bernabéu. Ya no hay quien le mueva del once. Carlo, consciente de que no ha hecho pretemporada, quiere darle minutos para que recupere el tiempo perdido. Y la jugada le está saliendo bien. El galés no está al 100%, pero aún así le vale ya para ser decisivo en este Real Madrid.
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