Google no tiene nada que hacer. A los ingenieros de Sony se les ha ocurrido una ingeniosa idea para aprovechar el concepto de wearable computing. Ni gafas, ni guantes, ni relojes, ni ropa: el peluquín podría causar furor como dispositivo conectado.
Es lo que piensan —y muy en serio, por cierto— los desarrolladores de la idea, que ya han comenzado el proceso de registro de patentes tanto en la UE como en Estados Unidos, aunque de momento no queda claro si comercializarán finalmente el producto.
Tres tipos de peluquín
La prueba de concepto de estos peluquines llega en tres versiones. El llamado Presentation Wig ("Peluca para presentaciones") permite controlar remotamente un puntero láser en una presentación, o pasar a la diapositiva anterior y siguiente moviendo la cabeza.
El Navigation Wig ("Peluca de navegación") hace uso de un receptor GPS y permite a sus usuarios llegar a su destino haciendo que distintas partes de la cabeza vibren.
Por último el Sensing Wig ("Peluca sensora") cuenta con elementos que miden la temperatura corporal, la presión sanguínea e incluso las ondas cerebrales, y que graba sonidos e imágenes para permitir que sus usuarios hagan un recorrido visual por lo que les ha pasado durante el día.
Para sus desarrolladores el objetivo de estos peluquines inteligentes (así los llaman, de verdad: SmartWig) es "lograr dispositivos prácticos y naturales". Añadían además que esa "apariencia natural" de los ingenios, que se pueden fabricar con cabello humano, podrían representar un valor añadido para su comercialización.
0 comentarios:
Publicar un comentario