domingo, 22 de septiembre de 2013

¿Martinez la mete en La Paternal?


Martínez mejoró su nivel, pero todavía sigue peleado con el gol. Ayer practicó definición, ¿la mete en La Paternal?

Es el arco y él. Por más que lo rodeen Joel Acosta y Di Franco, que Popeye Herrera dirija el ejercicio. Juan Manuel Martínez es el protagonista de esta historia de (in)definición. Una y otra vez la pelota sale de los pies del ayudante de Bianchi y le queda frente a alguno de los arqueros. Y ahí, a tratar de ajustar la puntería, algo desmejorada desde su llegada a Boca, a comienzos de este año. La falta de gol de su segundo delantero, en el contexto de falta de eficacia general, es una de las preocupaciones del Virrey.

Ya había terminado el entrenamiento. "A bañarse, a las 12 se come", había sido el aviso de Bianchi. Algunos jugadores se quedaron unos minutos charlando recostados en el campo y Ribair, Chiqui Pérez y Riaño se desafiaron en los penales. En el otro arco, sin embargo, el Burrito siguió con la jornada de trabajo, con horas extras para levantar el promedio de dos goles en 28 partidos en Boca (le convirtió a Barcelona de Ecuador por la Libertadores y a Colón por el torneo Final).

Fueron tres trabajos los que le armó Herrera durante media hora. Recibir de espaldas, girar y rematar con una pierna y la otra; bajar a buscar, controlar y probar desde afuera; y arrancar desde afuera, ir hacia adentro y sacar el disparo. Primero lo acompañaron Acosta y Di Franco, luego se sumó Sánchez Miño. Pero el trabajo pareció ser para Martínez...

¡Burrooo!", se gritó Sánchez Miño, autoexigente, luego de algún derechazo mordido que igual se fue cerca del palo. "Ahí va para el cañón", intentó motivar Popeye, cuando la siguiente pelota fue para la zurda del mismo Miño. Martínez, en cambio, hizo todo el trabajo en silencio, muy metido, sólo sonrió cuando dejó mal parado a Vicentini: lo vio adelantado y se la tocó suave por encima. Fue lo mejor de su repertorio. El Burro, sin embargo, no fue el más certero, sus compañeros estuvieron mejor...

No es que Martínez se encuentre en bajo nivel. Fue una de las grandes apuestas del Virrey para este semestre, se propuso recuperarlo y lo hizo levantar mucho su rendimiento. "Bianchi me pide que sea más egoísta", contó esta semana. Sí volvió a desequilibrar, también a jugar más cerca del arco rival y a generar para sus compañeros. Pero, por una cosa y la otra, el gol se le volvió muy esquivo con la camiseta azul y oro. Es llamativo que en este semestre en el que se muestra mejor, también el arco siga cerrado para él. Tal vez este domingo, después del laburo extra, se le abra...

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