viernes, 20 de septiembre de 2013

Es la segunda vez que se escapa Luis Aboy, detenido por un doble homicidio. Estaba alojado en una unidad de Neuquén. Se escondió en una cómoda hecha en un taller de carpintería. Hay siete policías en la mira.






Preso se fugó en un mueble fabricado por otros internos del





La fuga se habría producido ayer a la tarde, luego del horario de visitas. "El personal de la penitenciaría se percató de la ausencia de Aboy durante el recuento de internos. Inmediatamente se dispuso un operativo para recapturarlo", informó la policía en una nota de prensa.

El subjefe de la policía provincial, Adolfo Raúl Liria, advirtió que "se revisaron los videos de las cámaras de vigilancia y no se encontró nada extraño". Por eso, concluyó que "la única opción es que haya escapado dentro de un mueble".

Se trata de un bajo mesada fabricado por presos en un taller de carpintería, que tiene el alto de tres cajones, pero en su interior es hueco. Según suponen los investigadores, una vez terminado el mueble de madera, el condenado se escondió en su interior y otros dos presos lo llevaron hasta un sector interno del penal, donde quedó a la espera de ser retirado.

Minutos después Aboy, emulando a los soldados troyanos, pasó dos controles de seguridad y escapó dentro del mueble, trasladado por los mismos agentes penitenciarios hasta un flete que lo llevó a una vivienda del barrio Almafuerte de esta ciudad.

Según informó La Mañana, la policía demoró a la persona que encargó el mueble y en cuya casa fue encontrado. Es un joven de 27 años, hermano de otro preso. También fue demorado el fletero que trasladó el mueble hasta la casa del comprador.

Además, unos siete agentes penitenciarios, entre ellos jefes de guardia y personal de carpintería están siendo investigados y podrían pasar a disponibilidad. Todos trabajan en la Unidad de Detención 11 de la capital neuquina

Condenado a cadena perpetua

El asesinato de las hermanas Olga y Teresa Buamsch por el que estaba preso Aboy ocurrió el 20 de marzo de 2005 y conmocionó a Junín de los Andes, donde la familia es muy conocida.

Las mujeres, propietarias de una panadería, fueron ultimadas a puñaladas por Aboy, un ex empleado que fue despedido, tras ser acusado de un robo.

La de ayer no fue su primera fuga del reo: en 2010 se escapó de la Unidad de Detención 41 de la localidad cordillerana.

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