domingo, 3 de noviembre de 2013

La sexóloga Alessandra Rampolla brinda una serie de recomendaciones para las parejas que conviven pero no quieren que el fuego de la pasión se diluya.

Claves para mantener la pasión

Si no estás pensando en sexo, no vas a tener sexo", así de claro lo dice Alessandra Rampolla cuando se le pregunta qué tan importante es, para avivar la pasión, anticiparse al encuentro, uno de los tantos consejos que ella, sexóloga clínica, ofrece desde su variado universo mediático.

La puertorriqueña, conocida por sus múltiples programas de televisión en Latinoamérica y por sus libros sobre el sexo y la pareja, asegura que mantener la chispa en una relación es un trabajo que requiere voluntad y esfuerzo. Y que hay que ocuparse tanto de lo sexual como de lo afectivo cuando se trata de una pareja que convive. "Estén casados o no, es una relación diferente a tener encuentros sexuales casuales. Aquí hay que buscarle constantemente la vuelta para no caer en la rutina", afirma. A continuación, algunos consejos que ofrece para que no se apague la llama:

Anticiparse al encuentro.
"Cuando estamos en una relación estable por algún tiempo, se deja de sentir un poco ese miedo a perder al otro y nos acostumbramos un poco, no nos cuidamos mucho", advierte la sexóloga. "Yo creo en el concepto de la `espontaneidad planificada`, que consiste en tomar el calendario y `agendar` tiempo con tu pareja. Pero una vez establecida la fecha y el momento, libre de los niños, la computadora, y cualquier cosa que los distraiga, todo lo que suceda es totalmente espontáneo. No se trata solo de tener relaciones sexuales, también hay que manejar la parte afectiva: a lo mejor es un tiempo para conversar, para reavivar la complicidad, todo esto va a nutrir el vínculo afectivo. Hay que tener siempre esa ventana abierta. Cuando dejas de pensar en sexo, dejas de tener sexo".

Mudarse.
Hay quienes entienden la recomendación de cambiar de ambiente para salir de la rutina sexual como algo muy complejo o hasta utópico. Si bien unas vacaciones en una isla paradisíaca no le harían daño a nadie, el consejo de Rampolla es un poco más realista y viable. "La idea es buscar variedad. Incluso si el único lugar en el que puedes estar es dentro de tu habitación, hay que acordarse de que allí no está solamente la cama. A lo mejor hay una silla, una pared, también puede estar el baño. Si no se buscan soluciones creativas, entonces lo que muchas veces ocurre es que lo novedoso es cambiar de pareja. Si se supone que ese hombre o esa mujer es mi persona favorita en el mundo, yo no se la quiero regalar a otra persona. Así que hay que mantenerse creativos", recalca.


Ejercitarse juntos.
"A mejor condición física, mejor respuesta sexual. Tu cuerpo está más dispuesto, más enérgico. Incluso, para las posturas, tienes mayor flexibilidad. Además, hacer ejercicios juntos es otra manera de conectarse".

Masajes sensuales.
"Los recomiendo a muerte", dice sin dudar y asegura que los masajes refuerzan la confianza y la intimidad emocional con la pareja, aumentan el deseo, prolongan el orgasmo y, además, ayudan a romper la monotonía.

Juegos eróticos
"Los seres humanos necesitamos del juego. De niños lo hacíamos con juguetes y cosas acordes a nuestra edad. De adultos seguimos jugando, pero con el cuerpo. El sexo es un momento ideal para reír y para reconectarse. Es la oportunidad para dejar volar la imaginación. Además, la risa también es una forma de avivar la complicidad".

Fantasías
"Es primordial que se tengan", dice Rampolla. "Pueden ser elegantes o no, pero es lo que nos activa el cuerpo para funcionar eróticamente", asegura. ¿Compartirlas? ¿Hacerlas realidad? "Depende de la persona. Cada uno conoce a su pareja. Hay quienes están dispuestos a escuchar y a compartir, hay quienes no. Es algo muy personal. Lo que sí es cierto es que la mayoría de las veces que se intenta vivirlas, se pierde la carga erótica, porque en la fantasía todo es perfecto, pero en la realidad no", advierte. "Lo que sí está muy bien es jugar con ellas, y tener mucho para susurrar al oído de tu pareja".

Animarse
"Ese es el consejo principal que puedo dar", dice como última recomendación. "La idea no es que a los 65 años quiera tener el mismo sexo que a los 25, esa creencia es absurda, trae mucha frustración. Con el paso del tiempo la vida sexual no tiene por qué empeorar, pero se va transformando", señala. "Estas recomendaciones no van a funcionar si uno no está realmente dispuesto a crecer en su sexualidad, si no se permite tenerla como una parte fundamental en su vida. Vamos a hablar, vamos a educarnos, vamos a abrir la mente".

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