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11/01/2013
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Descubrimiento del tiranosaurio
Al descubrirse los primeros huesos del tiranosaurio rex en las laderas de Montana, a finales de 1905, el New York Times lo describió como el animal de pelea más formidable del que se haya tenido registro, cuyo cetro parece aún indiscutido.
Con sus impactantes doce metros de la punta de la nariz a la punta de la cola y docenas de dientes aserrados parecidos a dagas es el mejor ejemplo de depredador. Hace unos años se levantó una polémica cuando algunos palentólogos planteaban que el T. Rex era un carroñero y que no podía cazar, lo cuál sigue siendo motivo de debate al día de hoy.
También está la pregunta en el aire de el cómo es posible que ese poderoso animal tuviera piernas corpulentas y una enorme cabeza comparadas con sus insignificantes brazos.
Otro punto de debate es el determinar si muchos de los fósiles encontrados son de especies de T. Rex más pequeños o se trata de jóvenes individuos, los cuáles pudieron no estar cubiertos de escamas, como se ha creído hasta ahora, sino con un pequeño pelaje similar al que presentan las crías de muchas aves antes de mudar a plumas.
¿De quién desciende el Tiranosaurio rex?
En una época, se creyó que el Tyrannosaurus rex era un descendiente del Allosaurus, un depredador de 9 metros de largo que vivió unos 80 millones de años antes, incluido dentro de la subespecie Carnosauria, junto al T. Rex.
Sin embargo, en la década de los 1990, los palentólogos examinaron la relación entre los grupos de saurios para descubrir que los antepasados del T. Rex eran unos pequeños dinosaurios cubiertos de plumas, según se descubrió en los últimos años. De todas maneras, al no contar con muestras o impresiones de piel del tiranosaurio, estas son puras especulaciones y no podemos aventurarnos a decir si los tiranosaurios tenían plumas o si hubo una evolución de las plumas a las escamas.
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