miércoles, 19 de junio de 2013


Comparto con ustedes MI nota sobre la reforma migratoria en Estados Unidos

La reforma migratoria: más que una ley
La reforma migratoria es un cambio que el presidente de Estados Unidos, donde la tasa de inmigrantes se encuentra en constante crecimiento cada año, efectuaría en la actual ley migratoria. Los 84 votos a favor, 30 de ellos republicanos, que se dieron en el primer debate del Senado, frente a 15 adversos, auguran su aprobación.

"A pesar del pedido de Obama que esta nueva ley salga este año, todavía no hay indicios de cuánto tiempo llevará la aprobación de la misma", explicó Pascual Albanese, periodista especializado en política nacional e internacional, ex director de la agencia de noticias Télam. Lo cierto es que el presidente americano consiguió la reelección con el 71 por ciento del voto hispano en el 2012 y tiene una deuda con esa agrupacion. Los republicanos, por su lado, comprendieron que no pueden ignorar un bloque de votantes con tanto peso. Esta reforma adquiere a un amplio aspecto de opiniones que pueden incluir puntos de vista antimigratorios, temor por la seguridad fronteriza, ya que por la frontera para la droga, y la percepción de que esta modificación es una amenaza al país. Además, incidieron las presiones del sector empresarial, que exigen mayores facilidades para traer al país profesionales altamente calificados y trabajadores para áreas como la agricultura, donde por ejemplo, se pierden cosechas por deportaciones. La inmigración a los Estados Unidos ha aumentado considerablemente desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994, un acuerdo que causó que dos millones de agricultores mexicanos se queden sin trabajo. El 75 por ciento de los trabajadores agrícolas nació en México, según una encuesta elaborada en el 2005 y el 53 por ciento de los trabajadores agrícolas en los Estados Unidos son indocumentados.

El proyecto del Senado mejoraría el programa de visas de trabajadores agrícolas y permitiría el aumento de ingreso de profesionales altamente calificados. El personal de campo que ya se encuentra en el país podría sacar la residencia en cinco años si lleva mínimo dos años trabajando en la industria y se le extiende por otros dos años. El resto de la población debería esperar diez años.

Estados Unidos es el sueño americano para los 40,4 millones de inmigrantes que viven en ese país, representando el 13 por ciento de la población. Según el Centro Hispano PEW, más de 18 millones obtuvieron la ciudadanía estadounidense, 11 millones tienen permisos de residencia y son más de 11 millones los inmigrantes hispanos que viven de forma ilegal en el país. Casi dos millones son mexicanos, un millón cincuenta mil hondureños, un millón y medio son nicaragüenses. Además, un millón ochocientos mil cubanos buscaron refugio político en el país de las barras y las estrellas.

Los mexicanos representan el 11 por ciento de la población total en Estados Unidos, y el 64 por ciento de ellos se encuentran en condición ilegal. La cantidad de inmigrantes hondureños en ese país equivale al 14 por ciento de la población total de Honduras. Del total de los nicaragüenses que emigran, suelen hacerlo tanto a Estados Unidos como también a Panamá, donde les resulta más fácil conseguir la ciudadanía panameña y a partir de ahí, es más sencillo tramitar los papeles estadounidenses.

La Encuesta de Hogares del Instituto Nacional de Estadística de Honduras explica que solo el 50 por ciento de la población económicamente activa, tiene trabajo permanente. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) detalló que Nicaragua es el país con la masa de desempleados más grande de Centroamérica.
Para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 434 mil 497 personas se sumaron a la cifra de desocupados de junio a julio 2013, con lo que en territorio nacional 2 millones 796 mil 566 individuos no tienen trabajo. Por otro lado, la cifra oficial de Cuba muestra solo 1.8 por ciento de desempleo, mientras que para el Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa, el número asciende a veinte por ciento.

Luis Núñez, especialista en Relaciones Internacionales, explicó que "deben aprobar la reforma porque los inmigrantes son la mano de obra que les cosecha y hacen todo el trabajo que el norteamericano se rehúsa a hacer". El guatemalteco añadió: "éstos son fenómenos cíclicos que fueron causados por el mismo Estados Unidos, fenómenos inevitables al ver que en estos países no hay trabajo por causas estructurales y que sus ciudadanos se ven obligados a emprender el viaje. Pasó durante el conflicto armado, Estados Unidos financió al ejército para luchar contra la guerrilla y al terminar la guerra, no había trabajo, las instituciones estaban débiles y la gente tenía que sobrevivir, así es como se fueron a Estados Unidos. La mano de obra que han aportado los inmigrantes latinos que llevan más de diez años allí, está valuada en millones de dólares. El tema también es que el empleador se aprovecha de la condición de ilegal y se agarra de eso para pagarle menos. La reforma sería un gran cambio". Por su parte, Laura Gasola, socióloga, agregó: "Un cambio positivo en la política estadounidense pero en la sociedad no sé si va a ser positivo. Dentro de Estados Unidos hay mucha discriminación, siempre va a haber una gran rivalidad y no va a haber mucho cambio con respecto al racismo en el país. En cambio, sí va a ser positivo en la política americana porque va a permitir que mucha gente consigan su ciudadanía sin temer por su seguridad, la ciudadanía".

César Chávez, confundador de Campesinos Unidos (UFW) expresó para el documento oficial de datos sobre los Trabajadores Agrícolas en los Estados Unidos que "cada vez que nos sentamos a disfrutar las frutas, granos y verduras de la tierra, debemos recordar que provienen de la labor de hombres, mujeres y niños que han sido explotados por generaciones."

Los trabajadores fueron excluidos de casi todas las leyes laborales federales más importantes aprobadas en la década del '30. Algunas leyes fueron enmendadas para incluir a trabajadores en granjas grandes, pero los trabajadores no cuentan con la protección de sindicalización, o de salario mínimo, donde el salario promedio de los trabajadores agrícolas es de US$11,000; para una familia es aproximadamente de US$16,000, y por consiguiente, este es el segundo tipo de trabajo peor remunerado en el país, después del servicio doméstico. A los trabajadores agrícolas frecuentemente se les paga por cada balde que cosechan. En algunos estados sólo ganan aproximadamente 40 centavos por cada recipiente de tomates. Con ese pago, los trabajadores deben cosechar dos toneladas de productos alimenticios (125 baldes) para ganar US$50.8. Además, sólo en algunos estados se aprobó la ley por pago de horas extras. A pesar de vivir en la más extrema pobreza, la mayoría de los trabajadores no califican para los programas de asistencia social, menos del uno por ciento de todos los trabajadores la recibe, según los datos de SAF-Unite, Estudiantes en Acción con Campesinos.

Las leyes actuales estipulan que los trabajadores deben llenar formularios en los que declaran que tiene permiso para trabajar dentro del país y las empresas deben verificar esos documentos, pero suelen aceptar muchas documentaciones falsificadas. El gobierno tiene un sistema voluntario de verificación de empleos llamado E-Verify pero, de acuerdo con el Migration Policy Institute (MPI), solo el 10 por ciento de los empleadores lo utilizan. La propuesta del Senado exigiría a todos los contratantes que lo utilicen por cuatro años.

Diego Álvarez, un ingeniero argentino de 37 años que hace tres años vive con su familia en Estados Unidos trabajando de forma legal, dijo: "no creo que con la reforma se reduzca el trabajo esclavo porque basta con analizar el resto de los países del mundo: en Argentina que no hay tanto rollo con los inmigrantes, cada dos por tres encuentran talleres clandestinos. El trabajo esclavo es cultural, una ilegalidad tanto del empleador como del inmigrante. Paradójicamente, la inmigración funciona para cualquier país desarrollado. En las pirámides demográficas del mundo desarrollado hay mayor proporción de gente a punto de retirarse y sin tantos hijos, se transforman en países `viejos´ que necesitan que haya gente que trabaje para pagar las pensiones de los que se retiran. Ahí nace la necesidad de la reforma para que toda la gente que está en negro pague impuestos."

Como antecedente de esto, el presidente George W. Bush trató de arreglar el sistema con la propuesta del programa "Guest worker", y no logró hacerlo.

Álvarez especificó otro de los inconvenientes por los que la reforma está trabada, porque "no quieren que se les mezcle el idioma ni convertirse en un país de dos lenguas. Piden que el aspirante a ciudadano apruebe un examen de inglés, pero está comprobado que para lograr ese nivel una persona necesita 600 horas de clase, o sea que toma más de un año aprenderlo fluidamente y no hay recursos, es muy caro para el Estado y haría colapsar al sistema".

En general, son mexicanos quienes se ven obligados a abandonar el suelo americano. Desde 1986, según PEW, fueron deportadas más de 4 millones de personas y las deportaciones aumentaron en el gobierno de Obama, llegando a 410.000 en el 2012, comparado con las 30 mil de 1990. El 75 por ciento de los deportados fueron enviados a México. Casi la mitad tenían antecedentes policiales. El gobierno actual deportó en total a 1,6 millones de personas.

René Castillo, Ministro Consejero de la Embajada de Nicaragua en Argentina, manifestó que la reforma "colaboraría para legalizar la mano de obra nicaragüense en Estados Unidos y haría crecer de Nicaragua porque luego del tiempo cumplido, los trabajadores deberían volver a su país de origen".

Por otro lado, Frank Hernández, residente americano, llegó de Cuba hace tres años a Estados Unidos y explicó que los cubanos no tienen beneficio con la reforma: "Llegamos y pedimos refugio político. Tenemos una legislación especial y si pisamos suelo americano no nos pueden deportar. Por eso muchos como yo nos vinimos en balsa de Cuba para llegar a como dé lugar a La Florida". Frank trabaja en un local Armani de Miami, detalló: "me dan la residencia y tengo que esperar cinco años sin salir del país para poder legalizarme como ciudadano y entrar a Cuba como estadounidense para poder visitar a mi familia, porque si entro como cubano, voy preso." En cuanto a éste tema, José Manzaneda, especificó que cualquier reforma que beneficie al resto de migrantes será perjudicial para este privilegio cubano. Agregó que Obama cumplió el acuerdo que firmó Clinton en 1994 con Cuba: conceder no menos de 20.000 visas anuales para que cubanos y cubanas pudieran viajar o emigrar legalmente y de manera segura a EEUU. Mientras que Bush lo incumplió de manera beligerante, con evidente finalidad política, mientras estimulaba la salida ilegal de personas, a quienes se les recibía como héroes al llegar a EEUU.

"Estados Unidos, el único" ironizó Fernando Antoni, exprofesor de Análisis político, conflicto y cooperación en Latinoamérica de la UBA, y prosiguió diciendo: "Este pensamiento va a dejar de existir entre los estadounidenses. Siempre se sintieron exclusivos y con la reforma eso cambiaría. Obama está haciendo grandes cambios en un país que al que le gusta la modernización pero hay ciertas reglas que no quieren cambiarlas, por ejemplo, la reforma para evitar que las armas se sigan siendo fácil acceso y ahora la reforma migratoria".

Finalmente, si la reforma se aprueba, en veinte años podríamos comparar los índices de criminalidad y tal vez, según el economista y escritor Levitt, habría una baja. También podría disminuir el negocio de los coyotes. La aprobación beneficiaría la relación entre Latinoamérica y Estados Unidos, aunque en esta reforma hay algunos puntos ciegos: la paga de impuestos según los años que el inmigrante lleva en el país, porque la mayoría vive en condiciones paupérrimas y cobra salarios mínimos, y la obligación de demostrar que el inmigrante hace más de dos años que vive en suelo americano, porque sin familia y con trabajo en negro, es difícil demostrarlo, aunque se estipula una cantidad mínima de testigos.

Así como hoy se le aplica una pena a los inmigrantes por acción (entrar ilegales), ¿también se les aplicaría una pena por omisión a quienes voten en contra o se abstengan? La inmigración existe y quien se oponga a una reforma busca tapar el sol con las manos. El país vive de la mano de obra de los indocumentados. Estados Unidos es Estados Unidos porque está hecho de inmigrantes.




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