jueves, 1 de agosto de 2013


Tratar el cáncer y vencerlo con dosis extremas de quimio o radioterapia sin que el cuerpo sea devastado en el proceso, ese podría ser el resultado de un nuevo estudio que multiplica las capacidades de células que "viven" en el intestino.

Si una planta necesita ser regada y recibe la potencia de un camión de bomberos el agua no la salva, la mata. Del mismo modo, aplicar mucha quimioterapia o irradiación puede robarse la vida de un paciente que tenga un tumor maligno que combatir.

Sin embargo, si el sistema digestivo permanece saludable y funcional, las probabilidades de que el paciente sobreviva aumentan exponencialmente. Así lo explicó Jian-Guo Geng, profesor asociado de la Universidad de Michigan.


Geng y su equipo descubrieron un mecanismo biológico que preserva, en ratones, la salud del tracto digestivo tras el suministro de dosis letales de quimioterapia. Los resultados fueron publicados en la revista Nature y podrían, en el futuro, revolucionar los tratamientos contra el cáncer.

"Si esto es extrapolable a los seres humanos, podría conducirnos a la cura del cáncer en pacientes que se encuentren en una fase muy avanzada de la enfermedad, cuando ya tienen metástasis", aventuró Geng en contacto con El País.

"Todos los tumores, de todos los tejidos y órganos pueden ser matados con dosis bien altas de quimio o radioterapia", aseguró. "Pero el desafío hoy en día está en que tratar un cáncer metastásico significa, muchas veces, matar al paciente antes de lograr matar los tumores", lamentó.

Si la técnica da resultado en seres humanos, habría una forma de hacer que el paciente tolere dosis letales de quimio o radioterapia. "En esta línea, la última fase de la enfermedad, la metástasis podría ser erradicada", apuntó el especialista.


En el aparato digestivo hay células que reparan tejidos

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