lunes, 5 de agosto de 2013


Ponzio otra vez tuvo un leve sangrado por hemorroides y dejó la cancha. Igual, jugará ante Central.

Hubo preocupación. Está claro que en River no son tiempos como para andar perdiendo soldados por el camino. Entonces, cuando Kranevitter debió meterse en la cancha a la fuerza porque algo estaba mal con Ponzio, en el banco visitante Ramón miraba para todos lados como buscando respuestas. Por suerte para el riojano, esa manchita roja en el pantalón de Leo era ni más ni menos que secuelas de su viejo problema de fluxión hemorroidal, lesión que lo hizo famoso cuando River enfrentó a Boca Unidos en la B Nacional.



En un principio se temió que se hubiera resentido del esguince de tobillo que había sufrido en la pretemporada en Salta, aunque al final de la tarde las noticias trajeron tranquilidad. El jugador, que nunca se operó, tuvo otro episodio hemorroidal, aunque esta vez fue leve porque apenas lo percibieron decidieron sacarlo. Por esto, el cuerpo médico adelantó que estará bien para el viernes.

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